Efraín Klériga

ACCIONES Y RAZONES
López ha hecho todo para “bolivarizar” México, pero nunca entendió como se armaba el PRI hegemónico, ni parece darse cuenta que Trump es su única y lejana esperanza.


La frase “los demonios andan sueltos” vuelve a calificar la actualidad política del país 30 años después, y no es difícil distinguir ya los círculos del infierno.


Los aspirantes a presidente no solamente deben proponer, sino mostrar quién son, de dónde vienen y si realmente saben hacer lo que dicen.


AMLO quiere una nueva escuela en la que él sea un héroe de la Patria, y habla de conspiraciones y “cero tolerancia” al delito, luego que él mismo conspiró para una educación castrochavista.


AMLO intenta sumir a México en un mar de sangre al tiempo de imponer una dictadura fascista, pero solamente logrará sembrar el caos.


El gobierno de AMLO es un depredador del medioambiente, pero la indolencia ciudadana “le amarra la pata” del ecocidio que puso a México en un punto de no retorno.


La demencia, la mitomanía e inmoralidad del presidente y su Estado Mayor manejan al país depredando la economía y administrando la violencia a su antojo.


Todas las marrullerías de AMLO, las guerras de lodo, la auto victimización, su evangelio según el diablo, no tienen otra intención que preparar el terreno no perder en el 24 y para arrebatar si pierde.


Los recientes actos de Andrés Manuel López Obrador son escalofriantes y muestran que usará todo su poder y cometerá cualquier exceso o cualquier delito para impedir que la oposición le gane las elecciones.


La pelea del 24 es por un México de oportunidades y legalidad o por un México de caudillos demagogos y tramposos que trabajan para sí mismo... Pero el progreso no perdona.


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