Al menos cuatro de los aspirantes del partido que dice ser paladín del pueblo provienen de los dos deciles más altos que representa a menos del 5% de los mexicanos.
Al igual que su adalid, originario de clase media de provincia, no saben lo que es caminar kilómetros para asistir a la escuela del pueblo o dormirse con la “panza de farol”.
Ni Marcelo Ebrard, ni Claudia Sheinbaum, ni Manuel Velasco, ni Adán Augusto López tuvieron que realizar de niños un trabajo que representara su manutención o parte del ingreso familiar.
Diferentes, quizá, son Ricardo Monreal, de familia de pequeños propietarios agrícolas o Gerardo Fernández Noroña, de familia proletaria, quienes tal vez padecieron carencias.
La historia de vida de los aspirantes a Presidente es importante porque pueden dar una idea de qué tanto han tenido que luchar para llegar y si saben de qué se tratan sus promesas.
Es más importante en la actualidad de un país donde los problemas que ya había en 2018 se han magnificado en forma terrible, y cuando el país esta realmente ante “la última llamada”...
Ebrard hizo primaria en la “fifí” Simón Bolívar y se graduó en una universidad privada, Sheinbaum es hija de un pequeño empresario y una catedrática universitaria, vivió en Satélite y luego en Coyoacán.
Manuel Velasco proviene de acaudalada familia y se ha dado el lujo de regalar ranchos a sus amigos; Adán Augusto es hijo de un notario y no padeció pobreza alguna.
La Cuarta Transformación no tiene otro programa político que la distopia del socialismo populista que sataniza la generación de riqueza y prohíja a la delincuencia y persigue a los jueces.
Así que los punteros de Morena han conocido la pobreza en libros, discursos de su líder o películas de Pedro Infante, y saben de la empresa privada lo que les cuentan sus vecinos.
¿Cómo era la casa donde vivían? ¿Podían hacer tres comidas nutritivas al día? ¿Los llevaban a un médico particular? ¿Siempre tuvieron los servicios básicos en sus hogares?
¿En su casa había sanitario o letrina? ¿Alguna vez los embargaron por no pagar un electrodoméstico indispensable luego de quedarse sin empleo?
Y hablando de impuestos ¿Son gente fiscalmente responsables o tenemos otra vez evasores seriales como Andrés Manuel López Obrador?
¿Cuándo hablan de mejorar el empleo, saben lo que es cobrar un salario que no alcanza? ¿Saben lo que es hacer antesala eterna en el IMSS, ISSTE o en un Centro de Salud?
¿Sabrán lo que es ir a buscar un crédito apurado para pagar la nómina o “columpiarse” de los proveedores para poder pagar las cuotas del IMSS y los adelantos del IVA?
Enfrente de Morena, en el Frente Amplio, Santiago Creel proviene de las acaudaladas familias de Chihuahua Creel y Terrazas y también fue al Simón Bolívar.
Enrique de la Madrid vivió en Coyoacán y luego Los Pinos, y su carrerea profesional ha transcurrido en la esfera pública y en la docencia, como Monreal.
Beatriz Paredes y Xochitl Galvez son de extracción campesina, se han hecho solas.... Sí saben lo que es la pobreza, sí saben lo que es luchar a brazo partido por sobresalir en un mundo de hombres.
Xóchitl es la única que tiene la experiencia de ser empresaria, de haber sido empleada, y es la única que entró a la vida publica traída por su trabajo en la esfera privada para ayudar a gente en pobreza.
¿Quiénes realmente nos pueden hablar de qué es erradicar carencias sociales? ¿Cuántos de ellos saben que la pobreza no es un problema de caja sino un mar de carencias?
Hablan de mejorar el empleo, de mejorar las educación, de lograr el crecimiento económico del país ¿Pero sus recetas vienen de la realidad y planes estructurados o de ocurrencias como las del actual Presidente?
Todos los aspirantes nos dicen dónde están los problemas, y afirman que conocen los remedios. Se nos presentan como personas capaces, emocionalmente equilibradas, mentalmente sanos ¿Lo son?
La historia de su vida nos dirá si es gente que sabe trabajar bajo presión, si tienen palabra, si no estallan ante la frustración; si cuando las cosas fallan tienen resiliencia.
México está en una agujero, crecen los problemas de seguridad, y la educación y el servicio de salud pública caen como gordos en tobogán; los problemas ecológicos, de falta de agua y energía aumentan.
¿Podemos darnos el lujo de llevar a la presidencia a otro Tartufo, otro aspirante a Rey Sol?
