Adolfo González

EL SEXTANTE
Claudia no tiene la intención de apartarse de AMLO. La aprobación de la Presidenta es prestada por Andrés Manuel, es como cuando un hijo se quiere independizar de su padre pero no tiene capital.


Tengo la clara impresión de que Claudia Sheinbaum no empieza con buen pie, si ha enfangado su propia toma de protesta, que debiera ser su momento estelar, con un pretendido conflicto con el Rey de España.


Esperar un adiós discreto del caudillo tabasqueño era como aguardar nieve en agosto.


No es deseable una actitud popular indolente hacia la política, pero casi seguro estoy de que la gente común está más en resolver sus propias cuitas que en escuchar la inacabable grilla del poder. 



La disyuntiva para Claudia está en si se mantendrá bajo el manto protector del jefe máximo o querrá tomar su propio camino.


Por más que sea previsible el triunfo de Claudia, en unas elecciones influyen muchas variables y siempre las condiciona la incertidumbre.


Por más que sea previsible el triunfo de Claudia, en unas elecciones influyen muchas variables y siempre las condiciona la incertidumbre.


Un sector relativamente amplio de personas apoyará a Claudia, pero no a Morena para las cámaras.


Sheinbaum tiene la victoria en su mano, pero necesita la movilización general de sus bases para asegurarla.


Todo parece indicar que Sheinbaum depende más de que no haya abstencionismo, pero Xóchitl sigue lejos de recortar distancias.


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