Detectar las circunstancias ayudaron a prevenir estos delitos, bajo la idea de que la mejor forma de atender una violaci贸n, es evit谩ndola.
En 1980, la ciudad de Dallas, Texas, se significaba por ser donde m谩s violaciones se registraban en EU. Por aquella 茅poca yo viv铆a en aquella ciudad, y me llam贸 mucho la atenci贸n la forma en que se atendi贸 y resolvi贸 el problema.
Protegiendo la identidad de las v铆ctimas, se fueron dando a conocer los datos espec铆ficos de las circunstancias que pudieran esclarecer las razones por las cuales se daban las violaciones, en un proceso de prueba de hip贸tesis.
Conforme se acumulaban los datos de los sucesivos ataques, los medios de comunicaci贸n iban informando de las hip贸tesis que se iban descartando: que las mujeres eran atacadas porque vest铆an provocativamente, descartada; que eran atacadas por ser bonitas, descartada; que eran atacadas por ser j贸venes, descartada, y as铆 sucesivamente, hasta que se lleg贸 a una conclusi贸n: 隆las mujeres eran atacadas cuando las circunstancias eran propicias para ser atacadas!
La joven universitaria que sal铆a a correr en el campus durante la noche, la dama que llegaba tarde a un centro comercial y encontraba estacionamiento muy lejos de las tiendas, y que al salir tarde tambi茅n ten铆a que recorrer una larga distancia desolada para llegar a su coche, la se帽ora que estando sola en casa recib铆a a un t茅cnico para alguna reparaci贸n de alg煤n equipo dom茅stico, etc.
Una vez detectado el problema, se realiz贸 una intensa campa帽a de informaci贸n para lograr la previsi贸n, bajo la idea de que la mejor forma de atender una violaci贸n, es evit谩ndola.
Los feminicidios que sufrimos en nuestro pa铆s, que representan un drama tanto para las mujeres como para los padres que cada noche esperamos a nuestras hijas, debe atenderse con mucho tacto e inteligencia, respetando la identidad de las v铆ctimas, pero llevando registros exhaustivos tanto de las v铆ctimas como de los victimarios, as铆 como de las caracter铆sticas de su relaci贸n y los factores desencadenantes de las agresiones, buscando precisar las razones por las cuales hemos llegado a estos extremos de irracionalidad.
Debemos centrar nuestros esfuerzos en evitar los feminicidios, en el corto plazo reforzando la prevenci贸n, orientando para ello a las mujeres, y en el largo plazo inculcando en nuestros hijos los valores y conductas que fundamentan una sana relaci贸n de pareja.
El problema es muy complejo y debe enfrentarse con un enfoque multidisciplinario. Urge un dec谩logo, pero no de buenos deseos. Urge un dec谩logo para la prevenci贸n, dirigido a las v铆ctimas potenciales, esto es, a las mujeres.