Alejandro Moreno

LAS ENCUESTAS
La sociedad mexicana está entre las que menos aceptan la vigilancia o monitoreo del gobierno a la vida privada de sus ciudadanos.


Con el banderazo de salida que dio el presidente López Obrador la semana pasada, la contienda presidencial 2024 ya inició.


Tener expectativas de mejores condiciones de vida, incluida la de los hijos, es una aspiración legítima, y lo ha sido por mucho tiempo.


Es natural, aquí y en cualquier país, que los datos de popularidad difundidos por el depositario de esa popularidad sean cuestionables.


'Clase media' es un cúmulo de apreciaciones sobre la vida, el trabajo, la familia, la educación, el tiempo libre y un largo etcétera.


El voto dividido es una de las diversas expresiones de los votantes en las urnas: apoyar una opción política para un cargo y otra diferente para otro puesto.


Las elecciones confirmaron que las posturas ante el Presidente y la 4T tuvieron un peso muy importante en el voto.


A las encuestas se les suele comparar con una fotografía del momento; yo las veo como mapas en movimiento. Son la cartografía social de algo que está en continuo cambio: nosotros.


La expectativa del votante mediano ha quedado archivada en el cajón de las teorías; hoy lo que llama la atención en política es ‘todo con exceso, nada con medida’.


Si algo tiene la democracia es que podemos conocer encuestas públicas. Un sistema autocrático puede tener encuestas privadas, cerradas al público, para información exclusiva de las élites políticas.


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