Juan Palacios

Sin ser sospechosistas diríamos que la extradición de Lozoya coincide con el proceso electoral de 2021 y pondrá la corrupción en el centro del discurso, desplazando a la economía.

Aún es pronto para cantar victoria en la visita de AMLO a Washington, la verdadera evaluación será la elección presidencial en EUA y sus consecuencias para México.

AMLO tiene bien calculado el costo que puede pagar por su apoyo a Trump en las elecciones de EUA, sabe que, si este pierde, él tiene una salida para mantener el poder que ha acumulado.

Los analistas deberían dejar de prescribir lo que AMLO debería o no hacer, para dedicarse a analizar lo que sí hace.

¿De qué sirve tener información si al final la decisión de levantar el periodo de sana distancia se toma por motivos políticos?

Como más cornadas da el hambre, hay que decidir a qué tenemos más miedo, al Covid-19 o a la pobreza que se avizora.

¿Cuántas pruebas le harían sentirse seguro? ¿Se sentirá seguro con una vacuna? Debemos contestarnos para enfrentar la nueva normalidad.

Independientemente de las estadísticas, debemos ser conscientes de que nuestra forma de entender la realidad puede ser la diferencia entre la vida o la muerte.

Nadie sabe, bien a bien, cómo debe darse la apertura, no por otra cosa, sino por la posibilidad de que, al hacerlo, pudiera haber una nueva ola de contagios.

Abrir la economía sin tener claro el panorama en que nos encontramos, nos hace pensar no solo en una segunda ola de la enfermedad, sino en que la primera pudiera crecer al “navegar a ciegas”.