Efraín Klériga

El gran problema de México no son las mentiras del Presidente López Obrador —quien sí es el más mentiroso pero no el primero en ese cargo— Lo malo es que mucha gente le cree.

Además de la Pandemia hay otros crímenes de Estado del gobierno de López Obrador, como la cancelación de compras de medicamentos y la no aplicación del cuadro de vacunación infantil.

La película llamada “Crimen de Estado” no hará que la gente se duerma.

Nada casuales son los ataques obradoristas a las empresas que dan los mejores empleos.

De lograr que la Guardia Nacional se haga un cuerpo del Ejército regular, Andrés Manuel López Obrador habría desaparecido al gobierno civil e implantado de facto una dictadura militar.

La policía militarizada es otra vuelta de tuerca en el armado de una dictadura.

En una urgencia de alianzas internacionales, López Obrador insiste en asociar al país con los perdedores...

Parece que Samuel no tiene un plan serio para garantizarle agua a Monterrey hasta 2050.

López Obrador convoca a pobreza franciscana en los bueyes del compadre, pero busca sembrar el caos y erigirse dictador.

El macuspano perdido en su laberinto no tuvo empacho en mostrar su castrismo y su apetito de dictador.