Mientras esperaba mi turno para ser atendida en una ventanilla bancaria, no pude evitar escuchar a dos mujeres que platicaban en la fila, la primera se quejaba porque trabaja desde su casa, no tenÃa un horario especÃfico y le aburrÃa mucho no poder salir; otra mujer decÃa: "pues yo le doy gracias a Dios porque tengo trabajo, a casi todas mis compañeras las corrieron y a mà me piden que haga varias cosas, ahorita voy a hacer un pago de la contadora". - Y ¿en qué trabajas?, preguntó la primera mujer. -"Me encargo de mantener limpias las áreas de trabajo, soy la que mantiene a raya el Covid en mi trabajo", respondió sonriente.
Eso es tener una actitud positiva, ella sabe que su trabajo es importante y que éste ofrece beneficios para el resto de sus compañeros. Cuando una persona no disfruta su trabajo es infeliz durante gran parte del dÃa y por su puesto de su vida, si es que no cambia de trabajo o de actividad.
Y es que el trabajo es el medio por el cual todos nosotros nos ganamos la vida. A cambio de él recibimos dinero para adquirir los bienes materiales necesarios para mantenernos a nosotros mismos y nuestra familia, pero además de la remuneración, cuando trabajamos recibimos beneficios emocionales, intelectuales, sociales y espirituales.
Por ejemplo, en el ambiente laboral se tiene la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades y descubrir nuevos talentos que a veces ni imaginamos que podemos tener; con esa conversación -entre las dos mujeres- me quedó claro que la segunda, desarrolló la generosidad, la paciencia, la constancia y perseverancia, que la segunda no tiene o al menos esa impresión me causó.
Por la pandemia en México se perdieron más 12 millones de trabajos informales y un millón 157 mil puestos formales, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Es muy triste cuando una persona pierde su trabajo porque puede experimentar angustia, ansiedad, depresión y su autoestima empieza a disminuir.
En mi opinión, el trabajo construye a la persona y está muy ligado primero en satisfacer sus necesidades básicas y segundo en conseguir sus metas, sean estas grandes o pequeñas. El desarrollo de todas las culturas que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, ha sido gracias al trabajo que han realizado los miembros de cada comunidad.
Y no, no hay un trabajo más digno que otro, todos son necesarios y contribuyen al buen funcionamiento de las comunidades y de las grandes sociedades. ImagÃnese usted, estimado lector, que todos nos dedicáramos a los mismo, todo serÃa un caos y quizás, no habrÃa muchos servicios e incluso algunos productos que hoy conocemos ni siquiera existirÃan.
Entonces, no hay duda de que el trabajo es una actividad propia del ser humano que lo dignifica y enaltece como tal, no solo es servilismo, esclavismo - como le llaman algunos- o el equivalente a un valor económico. La única limitante que impide que uno se realice en su trabajo, es uno mismo.
Si haces las cosas de mal humor, si siempre te estás quejando o sólo haces como que trabajas, estas privándote de la oportunidad de mejorar, de trascender y de enriquecerte con tus actividades diarias. Si hacemos el trabajo con gusto, entonces podemos encontrar una realización personal y hacerlo más gratificante y placentero.
En todas las áreas siempre hay una oportunidad de crecimiento, de superación personal y siempre se puede ayudar a los demás.
De la economÃa gig y como se involucran los Milennials y la Generación Z hablaremos la próxima vez.
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Nos leemos, la próxima vez. Hasta entonces.