Comenté hace algunas semanas que el apoyo del grupo legislativo del PRI a Samuel García en su cruzada por sustituir al Bronco era producto del cálculo político de Francisco Cienfuegos, una jugada a varias bandas.
Debido a los espacios propios de un artículo como este, no tuve oportunidad de comentar un aspecto que me llama la atención en este proceso sucesorio estatal.
Más o menos ya se ha hecho costumbre que buena parte de los procesos electorales se judicialicen al término de los mismos, pero hasta ahora no habíamos sido testigos de una judicialización del proceso en su fase previa y eso es lo que hoy estamos enfrentando.
Resulta más o menos obvio que dada la falta de un partido que arrope a El Bronco, lo hace un blanco más o menos fácil para este tipo de maniobras, ya que no tiene un "escudo" en el Congreso local, mucho menos en la política del día a día.
Al llevar a un proceso judicial al hoy gobernador, Samuel consigue varios objetivos, el primero de ellos posicionarse como una alternativa natural para ocupar el cargo.
Pero, por otra parte, imposibilita al Bronco para actuar en favor de alguno de los posibles candidatos que se enfrentarán a Samuel, que casi con seguridad será el candidato de Movimiento Ciudadano.
Así pues, estamos viendo la judicialización del proceso electoral, pero ahora en la fase previa, aprovechando la actuación del gobernador para limitar las opciones.
Habría que ver las implicaciones que tendrá esta estrategia, porque puede sentar las bases para futuras ocasiones, más si a ello aunamos la posibilidad de revocación del mandato.
Seguramente habrá consecuencias en la forma de gobernar, con lo que los primeros años de cada sexenio serían de campaña, con miras a evitar la revocación.
Peor aún, porque difícilmente se plantearían reformas necesarias pero dolorosas en cualquier momento del mandato, por miedo al castigo electoral.
Podríamos estar ante el inicio de una etapa de gobierno en que el populismo sea la norma, para no molestar a los votantes.
PRESUPUESTO
Si los datos presentados por Samuel García en su cuenta de Facebook son correctos, como todo indica, estamos ante la partidización más descarada en mucho tiempo.
Siempre ha existido favoritismo en el presupuesto, una forma de "castigar" a los contrarios y "premiar" a los propios, pero se suponía que estos no eran iguales.
Parece que no lo son...