La política en México es sin duda fascinante, pero no precisamente por sus cualidades o por su gran desempeño o por servir a la ciudadanía, o por ser un ejemplo para las democracias del mundo, no, nada de eso.
La fascinación, no necesariamente viene en un sentido positivo, como digamos, un atardecer en la playa, un eclipse solar, una aurora boreal, viaje al espacio, imágenes del universo, o lo que ustedes tengan en mente, algo que nos conmueva o nos lleve a una reflexión profunda.
Lo fascinante viene en los dos sentidos, pues también nos puede estremecer, inquietar, confundir, sorprender, incluso indignar o molestar.
En pocas palabras, la fascinación es algo que nos sorprende por sus cualidades extraordinarias para bien o para mal.
Dicho lo anterior podemos decir que la política en México puede llegar a encajar en el concepto, pues como siempre hemos expresado en la política no hay sorpresas, hay sorprendidos.
Así hoy día tenemos un país dividido, (políticamente hablando), en dos bandos muy bien definidos, donde no hay cabida para la moderación, para un punto medio, pues los actores políticos, comenzando por el presidente, han radicalizado posiciones al grado que, oposición y gobierno, en algunas cuestiones, son exactamente lo mismo.
En el Palacio vive alguien que se cree la encarnación del pueblo de México y, por tanto de su voluntad y, como hemos visto, aprovecha ese “don divino” para violar persistentemente la ley, atentar contra las instituciones además de la propia democracia.
Y del otro lado está la oposición que durante décadas hizo lo mismo, con el mismo discurso y a veces otro y ahí está, dando coletazos para mantenerse con algo de vida.
Dos bandos, dos posiciones que se han convertido en todo lo que juraron destruir, ¿fascinante no?
Esta dinámica nos tiene inmersos en un círculo perverso, donde la sociedad, la ciudadanía, está en medio apresada por estos personajes.
Hoy López está convertido en todo lo que lo oprimió a él cuando era opositor y del tema hemos hablado mucho, sin embargo así es, el “luchador social” que, una vez en el poder se convirtió en un tirano. ¿Cuántas veces en el mundo hemos visto esta película? En fin.
Del otro lado está la oposición que, seamos sinceros, no sabemos claramente a quién representa, bueno a parte de ellos mismos, claro y también representa todo lo que le ha hecho daño al país (y le sigue haciendo), al grado de ser los principales impulsores de crear a un personaje como López y ponerlo en la presidencia. Ellos crearon a su némesis y la alimentan todos los días.
Hoy la oposición presenta como “alternativa” a los mismos de siempre, con el discurso de siempre, sin dar cabida a la autocrítica, lo que les impide hacer una reflexión profunda y rectificar.
Que más prueba queremos ver que dicha alianza, siendo muuuy condescendientes, ha dado magros resultados, por más que sean del club de los optimistas, por más que, después de la “goleada” que les han dado en las últimas dos elecciones, festejen su “gol de la honra”.
Hoy la ciudadanía no confía en ellos y no solo eso, sino que se han consolidado como el villano a modo que justifica el proceder del “héroe del Palacio”, el infame PRIANRD, todos los días alimentan su retórica y solitos se exhiben, para el placer del régimen.
Seamos sinceros ¿Qué han hecho al día de hoy esos tres partidos por reivindicarse, por ganarse o recuperar algo del electorado perdido? Absolutamente nada, con cada declaración, con cada disparate se van hundiendo más.
¿Han sido o son baluartes para tan siquiera tratar de eliminar la corrupción en sus filas o en sus gobiernos? No.
La rendición de cuentas a la ciudadanía es constante? No.
¿Han combatido a MORENA con resultados tangibles en algo? No
¿Han logrado vencer al partido en el poder en las oportunidades que han tenido? No, solo extienden su agonía.
¿Apuestan o tienen claro llevar a cabo un relevo generacional? No, son los mismos de siempre y ya nadie les cree nada, ya la ciudadanía está harta.
Hoy la oposición no tiene un discurso que vaya más allá de la víscera y la coyuntura. No tienen con que competir.
Por estos puntos y algunos más es que gobierno y oposición se han convertido en lo que jugaron destruir.
Algunos cuadros del PRI ya están trabajando con MORENA, “Alito” es sin duda un impresentable que hoy ya no siente lo duro sino lo tupido, ya veremos que otros audios se filtran para exhibir todo lo que ya sabemos de él, recordemos que un traidor no cabe en ningún lado, su deber sería hacerse a un lado y no comprometer el hilito de seda de donde está colgada la alianza opositora, sin duda el ex gobernador de Campeche es un lastre para sus compañeros de “Va por México”.
Del PAN se fueron muchas figuras predominantes y no se ve un liderazgo, unos se fueron a MORENA, otros se independizaron y los que se quedaron se tienen que tragar ese sapo inmenso que se llama PRI.
Y el PRD, bueno, apenas y existe.
Hoy la oposición carece de proyecto no es rentable electoralmente porque se han puesto en el otro extremo de MORENA, al grado que casi se tocan.
Aquellos que defienden hoy al ex Gobernador de Campeche por el hecho de tener la Alianza son iguales a los que defienden, del otro lado a Bartlett, porque así lo manda su majestad, son los mismos, pero en diferente bando, la misma retórica.
Así es, mientras la oposición siga perdida, López no tiene por qué perseguir a Peña Nieto o a quien sea, la oposición se está matando sola. Todo lo demás es puro circo, la especialidad de la casa.
Se parecen tanto… que no pueden engañarnos.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero