En el año de 1906, la junta organizadora del Partido Liberal Mexicano, (PLM), publica en los diarios de circulación nacional, el “Programa del Partido Liberal” y manifiesto a la Nación.
Documento en el cual está basado nuestro Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024 que el Poder Ejecutivo entregó al Congreso este 30 de abril, como regalo a toda la niñez, hasta para la mental.
Ya veremos los puntos más castigados en este documento, esos que en campaña eran estandarte de progreso, no ocupan ni cuatro renglones. No nos adelantemos.
El presidente que siempre habla de su antagonismo con los conservadores (agrupación a la que han caído todos los miembros de la mafia del poder jubilados y en activo, para concentrar al enemigo y no confundir al pueblo sabio, al menos en eso). ¿Es realmente un presidente liberal?
Llevamos 5 meses de gobierno y los temas “liberales”, como el matrimonio igualitario, una moral ampilamente cristiana, la legalización del aborto, de las drogas, un liberal nato ejecuta eso por principio de vida.
La moral, para la clase política mexicana, es un árbol que da moras, así lo dijo un célebre priista potosino, Gonzalo N. Santos.
Entonces, en los hechos, no es un liberal nato. Y si no nos gustán esos principios, seguro veremos surgir algunos otros nuevos.
En ese contexto, el “mesías Tropical”, como le bautizara el historiador (fifí), como gusta llamar a sus críticos, presenta su estrategia de gobierno para los próximos años, estrategia basada en incrementar la productividad y promover el uso eficiente y responsable de recursos como eje central para el desarrollo económico del gobierno federal en este sexenio.
Un México con instituciones fuertes, una sociedad participativa, un crecimiento de 6%, empleos suficientes, una tasa de desocupación mínima y una mejor distribución de la riqueza...
Y parece que la campaña sigue, y no solo eso, sino que en el documento, firmado por él, dice que quiere un México donde “nadie padezca hambre, la pobreza extrema esté erradicada, no haya carencias de servicios médicos o de salud, los mexicanos no emigren por falta de oportunidades, los índices delictivos se hayan reducido en 50%, la realidad nacional ya no sea referente en el mundo por casos de desaparecidos o violaciones a los derechos humanos y donde la corrupción política haya desaparecido”, como por decreto, ya ven eso de decretar tan de moda que está.
Y sí, un plan de desarrollo en plena era tecnológica, cuando a este rubro le dedica un párrafo de 5 renglones.
En un documento, que consta de 228 páginas y que ya está publicado en la Gaceta Parlamentaria, indica “El gobierno federal promoverá la investigación científica y tecnológica; apoyará a estudiantes y académicos con becas y otros estímulos en bien del conocimiento. El Conacyt coordinará el Plan Nacional para la Innovación en beneficio de la sociedad y del desarrollo nacional con la participación de universidades, pueblos y empresas".
¿Qué pensarían de un país, gobernado por un grupo de personas que se dice progresistas, de su plan nacional de desarrollo, que en el rubro de ciencia y tecnología, quepa en una columna periodística?
Cuando estamos en plena revolución tecnológica…
A esta distancia de la cuarta transformación, el mandatario se aferra a su proyecto político de la transformación de la ética en la vida pública y en la orientación del gasto social, no en una ruptura con la economía capitalista ni en grandes innovaciones institucionales, mucho menos con la moral cristiana.
Sin embargo López hace creer a sus seguidores, porque asimismo lo considera él, al actual orden neoliberal una suerte de neoporfiristas y concibe como única alternativa una regeneración de la moral pública, de forma similar a lo que enunciaba el programa del Partido Liberal Mexicano (PLM) de los hermanos Magón en 1906. Buena la alegoría y la ironía, también.
Creo que 5 meses de moral han dado al inicio de sexenio más violento en la historia.
"En el último año del presente sexenio, en suma, el país habrá llevado a cabo lo sustancial de su cuarta transformación histórica, tanto en el ámbito económico, social y político, como en el de la ética para la convivencia", dice el texto firmado por el mandatario federal.
Todo está, como dijo el célebre niño… Nomás en mis sueños.
Tiempo al tiempo.