Y después de la tormenta... ¿llegará la calma?

¿Tendremos que resignarnos a vivir en una ciudad aparentemente moderna, pero mediocre en su infraestructura para responder a emergencias?
27/07/2020

Caos por ríos desbordados, cierres viales, cortes de energía eléctrica, caída de panorámicos, y ciudadanos arrastrados por las corrientes a causa de lluvia y vientos de hasta 90 km/hr, son sólo algunos de los desmanes que ha dejado el huracán “Hanna”, que llegó a Nuevo León como tormenta tropical… y apenas es el comienzo de la temporada.

Según la historia de nuestra ciudad, ya no es novedad que a Monterrey y su área Metropolitana no le va nada bien con las lluvias (por supuesto, sumamente necesarias y de vital importancia), pero la problemática es que aquí basta media hora de agua para que calles y avenidas se conviertan en ríos y estén hechas un desastre, ¡no es posible!, y ni qué decir de una tormenta como ahora en el caso de Hanna, y ya mejor ni hablamos de que lleguen huracanes como lo “Gilberto” y “Alex” que desbordaron el emblemático Río Santa Catarina.

Pero a partir de esos últimos acontecimientos, donde se supone ya se tenía el conocimiento y la experiencia, es muy lamentable que las autoridades hayan hecho muy poco para preparar y mantener en buenas condiciones las calles y avenidas para hacer frente a las lluvias o huracanes.

El actual gobierno de Jaime Rodríguez Calderón no ha sido la excepción, pues dos o tres proyectos no son suficientes. Autoridades como Adrián de la Garza, alcalde de Monterrey, mandaron realizar el desazolve de alcantarillas de la ciudad ante la emergencia de “Hanna”, ¡qué novedad!, ¿qué estas acciones no se deberían realizar a menudo?

Así como la limpieza de las calles, es decir, no son acciones que se deben ejecutar para casos especiales ni para cuando se presentan las lluvias, ni se hace con ello un favor a la ciudad, debería ser algo prioritario, porque de esto depende en gran parte la seguridad de los ciudadanos, específicamente de una ciudad como Monterrey.

No se tiene presupuesto para arreglar a conciencia muchos de los puntos más problemáticos en la ciudad cuando llueve, pero sí se dan permisos para seguir construyendo cientos de fraccionamientos y centros comerciales, ¡vaya paradoja! La “gran ciudad” sigue creciendo con calles improvisadas y mal hechas, vialidades y señalamientos deficientes, la pregunta es : ¿a dónde vamos a llegar con el crecimiento como ciudad, y cómo se adaptará para dar una buena respuesta cuando suceden estos fenómenos naturales?

Calles que no tienen una semana, ni un mes, ni un año en pésimas condiciones, ¡sino décadas! En verdad, ¿nunca hay fondos para arreglar a conciencia los baches (que sólo duran bien unas semanas o días) ni el alcantarillado, aunque empezaran por las colonias de más emergente necesidad de un buen sistema pluvial?

¿Será necesario que más ciudadanos pierdan la vida porque nunca se han podido arreglar vados ni poner ni siquiera una correcta señalización que si en el día no se distingue, en la noche menos? Ahora tan sólo con “Hanna”, los canales, ríos y arroyos tuvieron un incremento de más del 50% de su capacidad, como fue el caso del arroyo Topo Chico y el Río La Silla.

¿Las colonias más vulnerables que tienen años olvidadas no tienen derecho a siquiera tener un buen sistema de drenaje pluvial? ¿Se permitirá seguir llenando las avenidas de anuncios panorámicos sin ninguna regulación pese a que se sabe del peligro de caer con un viento fuerte? ¿Los cables mal hechos de energía eléctrica (que pululan en la ciudad) quedarán en el olvido como ya es costumbre? Y así se podrían hacer muchas preguntas más.

Y, para colmo, a esta problemática se suma la pandemia que nos aqueja y que tardaremos tiempo en superar, pues es verdad que en estas contingencias por causa del agua se adaptan albergues para la población más vulnerable; mas ahora es necesario guardar la sana distancia, entonces, ¿cómo se mantendrán las condiciones de higiene y la sana distancia en los albergues? ¿serán suficientes? Es complicado.

En fin, esto es sólo el comienzo de la temporada de huracanes de este año y siempre será mejor prevenir… pero la historia a menudo se repite. ¿Tendremos que resignarnos a vivir en una ciudad aparentemente moderna, pero mediocre en su infraestructura para responder a emergencias como ésta, incluso cobrando la vida de sus ciudadanos?

¿O llegará algún valiente Gobernador o autoridad que se preocupe en verdad por una ciudad que ha estado olvidada en este aspecto y en muchos otros? Después de la tormenta, ¿llegará la calma?

crismija@hotmail.com



CRISTINA REYES es comunicóloga, editora, correctora de estilo y una ciudadana preocupada por México.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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