Desde hace varios años, la vida y la salud de los habitantes del área metropolitana de Monterrey se han visto afectadas gracias a la mala calidad del aire; enfermedades respiratorias y de la piel y muertes prematuras afectan principalmente la salud; nuestra propia salud, la de nuestros padres, hijos o hermanos y todo el que llegue como inmigrante a la ciudad.
Nuestra metrópoli está rodeada de cerros espectaculares, pero a la vez se ve encerrada por éstos, lo que no ayuda mucho a que el aire fluya; presume de gran actividad industrial, modernos fraccionamientos y edificios, pero también de mala distribución y falta de áreas verdes.
¿Y qué se ha hecho por reducir los niveles de mala calidad del aire? Muy poco, pues casi ninguno de los alcaldes o gobernadores que han pasado por nuestra entidad lo han tomado como prioridad en sus campañas, y recalco, como prioridad, porque no se cuenta el mencionar que tomarán medidas muy generales como prohibir el uso de desechables o concientizar a los ciudadanos sobre dividir la basura en orgánica e inorgánica, etc., que son medidas que deberÃamos acatar a diario; me refiero a qué planes en concreto se han llevado a cabo a nivel gobierno.
Hace unos dÃas se realizó "Alcaldes por la Calidad del Aire", evento donde se reunieron varios alcaldes del área metropolitana como Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, Miguel Treviño, alcalde de San Pedro, y la alcaldesa de Guadalupe, Cristina DÃaz, entre otros, para hacer propuestas para enfrentar la emergencia.
Esto es una pequeña luz dado el nivel de urgencia debido a la mala calidad del aire en Monterrey y me pareció que las propuestas más importantes fueron el analizar un plan de reubicación de industrias contaminantes (aunque respecto a la RefinerÃa que se encuentra en Cadereyta hay diferentes posturas, ya que indican que el plan debe aplicarse a toda la industria) y el retiro de transporte contaminante.
De acuerdo al "AQI Ranking: Real-Time Most Polluted Cities in The World", que lleva las estadÃsticas sobre la calidad del aire en distintas ciudades, el municipio de Cadereyta, donde se encuentra la refinerÃa de Pemex en Nuevo León, va a la cabeza en la lista mundial con una concentración de PM2.5, que rebasa en 4.6 veces el lÃmite recomendado por la OMS, lo que significa nada más y nada menos riesgo elevado para la salud.
Pero como respuesta del actual gobernador, Samuel GarcÃa, sólo se obtuvo "que la refinerÃa no se puede tocar, ya que se requieren nuevas leyes y derechos ambientales, por lo que concierne al gobierno federal"; pues bien, tampoco se vio aún alguna señal de iniciativa o propuesta hacia el ejecutivo.
Por otra parte, sabemos que Pemex no es la única fuente de contaminantes, hay mÃnimo 10 grandes empresas que ponen en riesgo la salud de los nuevoleoneses; las iniciativas urgen.
Como datos de las principales fuentes de contaminación en Nuevo León tenemos que del PM2.5, (consideradas las partÃculas más dañinas para la salud, ya que son las más pequeñas que están suspendidas en el aire) el 20% proviene de las extracciones de minerales no metálicos (pedreras), 8.6% de las metalúrgicas (acero, lámina, etc), el 8.1% proviene de las industrias quÃmicas, el 7.1%, de las industrias petroquÃmicas (Pemex), el 5.2% de generación de energÃa eléctrica.
Asimismo, el 5.3% proviene de las industrias ligeras y comerciales y construcción urbana, el 5.1% de vehÃculos de carga pesada y el 3.3% de vehÃculos particulares.
Mientras que el SO2 (óxido de azufre) principalmente proviene el 40% de la industria quÃmica y de la industria petroquÃmica el 52.1%, (cabe aclarar que en estos datos solo se menciona a las fuentes de contaminación que afectan más al área metropolitana, por lo que no da el 100 por ciento), de acuerdo al Inventario Nacional de Emisiones de Contaminantes que proporciona datos del impacto ambiental en diferentes entidades.
Las iniciativas urgen, si los datos antes mencionados no son suficientes no sé qué esperarÃan las autoridades. No es sólo cerrar fábricas, se trata de llevar esas propuestas a cabo, ya no se puede posponer o dejar en espera, la vida o la salud no tienen precio, ojalá que los intereses no les ganen.
Si hay que aplicar estrategias para reducir los niveles de contaminación en las industrias se debe hacer ya; si es posible reubicarlas, habrá que hacerlo a mediano o corto plazo; si hay que retirar parte del transporte es preciso actuar ya, Monterrey no puede ni merece esperar más.
Y en esto tendrán que trabajar alcaldes, gobernadores y presidente en conjunto, si hay necesidad de cambiar leyes, habrá que cambiarlas, ¿o no vale la salud de los ciudadanos? El primer paso ya se dio, lamentablemente en Nuevo León ya no estamos en etapa de prevención, sino de alerta máxima, pero nunca es tarde.
