Hace un año, vivÃamos el primer 10 de mayo después de haberse decretado la pandemia a causa del virus Covid 19. TodavÃa no tenÃamos idea de cuánto durarÃa este encerramiento y cuánto afectarÃa a nuestro paÃs. No sabÃamos cuánto tiempo durarÃamos sin poder ver a nuestras madres, abuelas, hermanas, amigas, debido a la distancia que debÃamos tomar para protegernos del nuevo virus.
Hoy, nuevamente, llegó el DÃa de las Madres, y me puse a hacer un recuento de cómo ha afectado a todos, pero dado el mes de mayo, quiero destacar en esta ocasión la labor de las mamás y el gran reto que han tenido tanto económico como de salud y de estar al cuidado de sus seres queridos.
En México, de acuerdo al censo del INEGI de 2020, alrededor de 35.2 millones de mujeres han vivido la maternidad. Madres que desde casa tienen o tuvieron que trabajar, acoplándose a la nueva realidad sin la escuela o a la guarderÃa de sus hijos y, más difÃcil aún, quedarse sin trabajo o con la mitad del sueldo, ya sea madres solteras o casadas que de todas formas vieron afectado su sustento.
Las amas de casa tuvieron que adaptar su entorno, cumplir con el trabajo de atender un hogar de tiempo completo o con el trabajo de su profesión o ambos o tal vez estar al frente de un negocio. Aparte, aprendieron a ser maestras de cierta forma para sus hijos (dado el cierre de las escuelas); el trabajo se hizo doble aunado a las labores de la casa, al encierro y a la renuncia de sus actividades normales, incluidas las de renunciar a sus actividades recreativas, por lo que la mayorÃa tuvo que aprender a combinarlo sin opción.
Las mujeres dedicadas a la salud, ya sea doctoras o enfermeras, también han tenido un gran reto, casi heroico; aparte de ser madres, estar al servicio y al frente de la pandemia es algo agotador porque han sido pilar al tratar esta enfermedad.
Y ni qué decir de las madres que son dueñas de algún negocio y tuvieron pérdidas por el cierre obligatorio de lo que alguna vez con esfuerzo forjaron o que apenas pudieron sostenerlo para no cerrar, ya que de acuerdo a las estadÃsticas, 1 millón, 642 mil, 800 mujeres son propietarias de algún establecimiento o negocio pequeño, porque la tasa de participación del sexo femenino creció 15.7% puntos porcentuales en los últimos 10 años, un dato favorable, pero que la pandemia vino a afectar.
También hay que reconocer a las madres de edad avanzada que vieron mermadas sus actividades y sus salidas con un encerramiento nada sano, pero necesario, o madres con situaciones especiales o alguna discapacidad, asà como mujeres que viven en hogares indÃgenas, todas ellas también saliendo de esta pandemia tal vez con triple esfuerzo.
Otro aspecto retador para las madres fue la convivencia diaria, pues la pandemia ha afectado la salud psicológica en muchos hogares, asà como la violencia intrafamiliar vino a relucir y se incrementó por el encerramiento e indudablemente las mujeres fueron las más afectadas, ya que lamentablemente se recrudecieron problemas de violencia contra la mujer, alcoholismo o drogadicción de su pareja, entre otros, asà como aumentaron también los divorcios por no soportar la convivencia de tiempo completo.
Madres viviendo la pandemia en situaciones distintas, lugares distintos, oficios o profesiones diferentes, con o sin pareja, pero afectadas por igual y sacando la madera para salir adelante y estar al cuidado de sus familias.
Y también honor especial a las madres que ya no están a causa de este virus o alguna otra afección de salud. Por todo esto, honor a todas ellas y reconocimiento siempre, primero, por ser mujeres y en especial por ser madres.
