Ante la inminente llegada de las celebraciones decembrinas, se nota la euforia de los ciudadanos regios por querer festejar y visitar a sus seres queridos, después de meses limitados en salidas y de mucho encierro.
Los centros comerciales de diferentes puntos de la ciudad, asà como mercados y puestos en el centro de Monterrey, lucen abarrotados; no hay mucha diferencia de otros años y, por momentos, parece que no hubiera pandemia, pues la sana distancia se hace casi imposible y, para colmo, como las autoridades estatales cerraron supermercados los últimos dos fines de semana, sólo lograron saturarlos más.
Esto me lleva a recordar que, aunque sean muchas las ganas de salir y comprar todo para la cena de Nochebuena y los regalos para nuestros familiares y amigos, no debemos olvidar que el Covid no se ha ido y todavÃa falta, aunque ya existan vacunas aprobadas. Como en otros paÃses, el proceso de las vacunas será lento y por ningún motivo hay que bajar la guardia.
Asà es que en este editorial he querido tocar algunos puntos de interés sobre este virus al entrevistar a la doctora Patricia Marines, quien trata casos de pacientes Covid. La doctora hace énfasis en que ni siquiera la vacuna de la influenza se consigue ahorita en el sector salud privado, sólo en el público y como quiera se agota.
Entonces, con la vacuna contra el Covid el proceso será lento, mencionó; llegarán, pero será en primera instancia a sectores vulnerables como personal de salud, después a las personas de la tercera edad, por lo que se alargarÃa la espera para el resto de la población.
También comentó que, evidentemente, la vacuna no se puede ver como la solución total a este problema, pues en conjunto se tendrán que aprobar más medicamentos que contribuyan a aminorar los sÃntomas, como recientemente se anunció al antiviral Molnupiravir que promete disminuir sÃntomas graves, asà como suprimir por completo la transmisión del Covid en 24 horas, pero está todavÃa en ensayos.
Algo que llama la atención, y es un punto aparte, es que se ha hablado mucho sobre tratamientos alternativos, siendo uno de ellos la solución de dióxido de cloro o CDS (que no es lo mismo que hipoclorito de sodio o lejÃa, pues de ahà viene la confusión de que se cree es tóxico). La doctora Marines, comenta, ha tomado desde el inicio de la pandemia el dióxido de cloro, dio positivo a Covid, fue asintomática y no contagió a su familia. También lo ha utilizado como auxiliar en algunos de sus pacientes, siendo de gran ayuda menciona, ya que ha comprobado que en sÃntomas como la fiebre alta, al siguiente dÃa tienen mejorÃa con el CDS.
Y aunque el CDS no necesitarÃa ser aprobado porque no es un medicamento, los intereses económicos están de por medio y por eso tal vez que se evita darle la difusión correcta, pues se ha comprobado que ha sido más el beneficio en los casos de esta enfermedad tan contagiosa, además de que se utiliza en pequeñas dosis. De hecho, de acuerdo a una nota de El Financiero, ya existe una Coalición para la Salud y la Vida (COMUSAV) donde 40 paÃses, entre ellos México, la integran y trabajan en pro de mayor evidencia cientÃfica en favor del dióxido de cloro.
En cuanto a la prevención, no está de más recalcar las medidas de rigor como lavar bien las manos con agua y jabón frecuentemente o usar un desinfectante de manos a base de alcohol, además de llevar un buen cubrebocas en lugares donde no se puede mantener la sana distancia son claves. Y en cuanto a las próximas celebraciones, hay que evitar hacer reuniones de más de 15 personas y en lugares que no tengan buena ventilación, asà como evitar asistir si se presenta algún sÃntoma.
En fin, el punto para concientizar es que falta darle tiempo a las vacunas, a los medicamentos nuevos y los alternativos. Cuidemos de nosotros y de los demás y se podrán bajar las cifras de contagios. Que no nos gane la prisa de querer volver a la normalidad de antes. Que no nos engañe la nostalgia de estas fechas, para que podamos estar de nuevo juntos, que serÃa sin duda el mejor regalo.