Apagones

Adolfo González

EL SEXTANTE
Sheinbaum tiene la victoria en su mano, pero necesita la movilización general de sus bases para asegurarla.
17/05/2024

“No existe oscuridad, sino ignorancia”, William Shakespeare.
 
Lo primero que me ha llamado la atención de la medición de SABA Consultores del pasado lunes es que, en el “Top of mind” de lo que captó la atención ciudadana, se mencionan relativamente poco los apagones generalizados que han estado afectando a todo México en días pasados. Se me dirá que siempre los hubo, pero yo al menos no recuerdo, en tiempos recientes, situación parecida. Se mencionan, eso sí, y como es habitual, toda suerte de violencias, menciones que escoltan a un repunte significativo en la preocupación de los mexicanos por la inseguridad: las muertes de los turistas, las de Zacatecas y las de Huitzilac, lo justifican sobradamente, aunque por desgracia no es nada nuevo. Las elecciones y el abasto de agua, inevitablemente agravado por las altas temperaturas, fueron el resto de los temas sobre los que giró el pensamiento de los mexicanos. La 4T y su candidata, Claudia Sheinbaum, parecen querer mitigar esta sensación de desbarajuste general con datos macroeconómicos que quedan muy lejos de la realidad de las gentes de a pie. La canasta básica sigue disparándose, golpeando el poder adquisitivo precisamente de los que menos tienen, esos pobres que nos decían que eran lo primero. No lo habíamos entendido bien: son lo primero en estrategia electorera, y por eso parece que hay que perpetuarlos, para que el próximo día 2 acudan a marcar en la papeleta el nombre de sus benefactores. La inflación vuelve a galopar, en abril a un 4,65, pero eso a los más ricos les importa poco menos que un pimiento.
 
Los efectos de esos acontecimientos en la imagen de AMLO o en la correlación de fuerzas parecen haber sido bastante limitados. No se menciona, por ejemplo, el ataque de los normalistas a Palacio Nacional, que ocurrió mientras se hacía el trabajo de campo, pero que se resolvió con parapetos de tres metros para proteger al Presidente que tanto debe a Ayotzinapa en su victoria de 2018. Subió, eso sí, su desaprobación hasta la advertencia negativa, al igual que sus calificaciones bajas, ambos casos impulsados por sectores clásicos de la oposición, los de más estudios e ingresos. Con una excepción, que es la presencia de los más jóvenes. Los datos nos dicen que estos jóvenes, tras la corrección del sesgo por edad que comentábamos la pasada semana, engrosan las filas de los indecisos o de los descreídos con la política, pero la eliminación de ese sesgo nos trae más noticias. Los avisos favorables para MC en intención de voto, tanto en las presidenciales como en Congreso y Senado, podrían indicar que Máynez tiene cierto tirón entre ellos. Si este partido lo supiera manejar, cosa que dudo, podría construir un proyecto a futuro. Lo que sí es evidente es que la corrección metodológica no cambia en lo sustancial la correlación de fuerzas, en la que Claudia goza de amplia ventaja sobre Xóchitl.
 
Sheinbaum tiene la victoria en su mano, pero necesita la movilización general de sus bases para asegurarla. La oposición no deja de ser, en su exterior, un pacto antinatural, y en su interior un pacto de supervivencia de una parte de la clase política que no ha podido acceder al pastel de Morena, la nueva versión del autoritarismo mexicano del siglo pasado. Así lo pienso y así lo digo. Por eso se han dado en el Frente Amplio esas distorsiones y disensiones tan llamativas, empezando por la dirección de los partidos que lo integran, y siguiendo por la nada democrática elección de la aspirante. Quizá se hacen trampas al solitario, tal vez pensando que los comensales de un restaurante tapatío representan a una “mayoría silenciosa”. El México pensador ha pasado, sin darse cuenta, de cosmopolita a terriblemente provinciano. Una intelectualidad conformada entre arrepentidos y paniaguados.

Los apagones son toda una metáfora de la actualidad no sólo de México, yo diría que del mundo entero. Apagón político, apagón social, apagón intelectual. En lo político, quizá se acerque uno que sería catastrófico: el fin de los contrapesos en las cámaras, y evitarlo debería ser la tarea número uno de la oposición. En lo social, una comunidad mayoritariamente anestesiada y sin horizonte. En lo intelectual, se viene, si Dios no lo remedia, otro apagón a partir del próximo lunes. SABA anuncia su última medición nacional pública, lo que nos dejaría en manos de los propagandistas del dato, que son legión, y medran y crecen amplificando la voz de sus amos. Tengo la esperanza de que esto no suceda, porque se apagaría, para el gran público, una de las pocas luces que iluminan la oscuridad general. Pocos han sabido aprovecharla, los más por no entenderla, y alguno por pretender hacer de ella la vieja religión de arrimar el ascua a su sardina. Me consta que una minoría ha saboreado cada platillo con el deleite del entendimiento, así que dispongámonos, de momento, a disfrutar del postre del próximo lunes. No sabemos cuándo volveremos a sentarnos a la sabrosa mesa del conocimiento.

adolcafe@yahoo.es



ADOLFO GONZÁLEZ reside en España, y es analista político especializado en la interpretación de la metodología de Saba Consultores de medición de la opinión pública. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

Más artículos del autor

Contenido reciente