Alejandro Moreno

LAS ENCUESTAS
La profesión sondeadora enfrenta retos de evolución muy importantes. Claro, también de credibilidad, pero ésta va a reflejar, en buena medida, los pasos adaptativos que vaya tomando la profesión.


Hasta ahora, no hay cambios en las tendencias presidenciales, solamente variaciones, todas ellas dentro de un rango relativamente estrecho.


Lo que ha sucedido antes no necesariamente se repite, pero en cada elección, de 2000 a 2018, la primavera ha traído cambios. Veremos si la de 2024 también.


Los electores menores de 30 años son apartidistas; no hay en ellos una lealtad, o un sentido de identidad política hacia ninguna de las opciones o partidos.


El uso de las redes sociales con fines de información política se ha extendido en el país, pero sigue habiendo asimetrías importantes.


Quienes ya decidieron su voto son más hombres que mujeres, de mayor edad y partidistas. En contraste, las personas indecisas son más mujeres, jóvenes y apartidistas.


En una democracia, las encuestas cumplen una función informativa fundamental. También cumplen una función democrática, al ser una vía de expresión de preferencias de parte de los ciudadanos a otros ciudadanos, al gobierno y a los actores políticos.


La regulación aborda la publicación de resultados de encuestas sobre intención de voto o preferencias electorales, no la realización de sondeos ni la publicación de resultados sobre otras temáticas.


Si las campañas y las personas que se dedican al comentario político se ponen creativas, podríamos encontrarnos algunas nuevas y más frescas tipologías.



La credibilidad política tiene un fuerte componente partidario. Votantes panistas suelen creer a políticos panistas, y votantes morenistas a políticos de Morena.


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