A partir del martes 6 de abril y durante los siguientes d铆as, El Banco Mundial abord贸 en una serie de reuniones con expertos invitados varios problemas de la mayor urgencia en la actualidad, entre ellos el de la recuperaci贸n econ贸mica.
De esas deliberaciones de alto nivel se derivan lecciones muy importantes para M茅xico, en particular, y Am茅rica Latina, en general, en cuanto a la necesidad de aprovechar el impacto devastador de la pandemia en las econom铆as latinoamericanas para darle un giro a la noci贸n del desarrollo econ贸mico: en el Banco Mundial se habla ahora de Desarrollo Verde, Resiliente e Inclusivo (GRID, por sus siglas en ingl茅s: Green, Resilient and Inclusive Development).
Escuch茅 en la primera sesi贸n, por ejemplo, a Janet Yellen, Secretar铆a del Tesoro de Estados Unidos, hablar de la nueva perspectiva econ贸mica del Presidente Biden, de su enfoque en la econom铆a verde, y de que ser谩 esa nueva perspectiva la que impulse a la econom铆a estadounidense (la m谩s grande del planeta) hacia el crecimiento, jalando con ella a las econom铆as del resto del mundo.
鈥淓conomic Recovery: Toward a Green, Resilient and Inclusive Future鈥 fue el nombre de esa primera sesi贸n, en la cual particip贸 Krystalina Georgieva, la directora del Fondo Monetario Internacional. Fue impresionante ver a dos mujeres en plena madurez profesional dialogar a tan alto nivel sobre la pertinencia de modificar la noci贸n del desarrollo econ贸mico, modernizar y enriquecerla con nuevas perspectivas y plantear como un camino a seguir por todas las naciones, tanto desarrolladas como en desarrollo, ante el reconocimiento de que dejar a una parte del mundo afuera de sus beneficios es condenarla al fracaso total.
Despu茅s de a帽os de un discurso de nacionalismo econ贸mico radical del Presidente Trump, del proteccionismo y de nociones de Estados Unidos como una 鈥渇ortaleza鈥 econ贸mica, las palabras claras y directas de la Sra. Yellen cayeron como agua fresca en un caminante del desierto.
No necesit贸 la Secretar铆a del Tesoro esgrimir amenazas a otras potencias ni resaltar la 鈥渆xcepcionalidad鈥 americana como lo hiciera el Presidente Trump en su momento; a ella le bast贸 presentar la noci贸n del GRID (desarrollo econ贸mico verde) como una ruta abierta al mundo entero y ponerla sobre la mesa.
La Sra. Krystalina, por su parte, se sum贸 con entusiasmo a esta noci贸n del desarrollo revelando una cara del FMI que yo no hab铆a visto antes: una instituci贸n con estrategias flexibles de apoyos financieros y l铆neas de cr茅dito a los pa铆ses que se sumen a la nueva visi贸n del desarrollo verde.
Que el Tesoro de Estados Unidos y el FMI trabajen de manera conjunta, a lo cual se sumar铆a el Banco Mundial, no es novedad, pero s铆 lo es que todas estas instituciones y el gobierno estadounidense propongan con tanto entusiasmo una visi贸n del desarrollo econ贸mico que hasta no hace mucho se mov铆a en el terreno de las visiones econ贸micas alternativas: la econom铆a verde puesta, finalmente, al centro del escenario, mientras sale de escena, por un lado y discretamente, el capitalismo tradicional y f贸sil que todos conocemos, el 鈥渃apitalismo salvaje鈥 tan criticado.
Si agrego a ello la insistencia de la Sra. Alicia B谩rcena, directora de la Comisi贸n Econ贸mica para Am茅rica Latina (CEPAL), en otros foros recientes sobre buscar una salida a la crisis econ贸mica actual que nos lleve a una nueva etapa del desarrollo en nuestra regi贸n del mundo, que alivie la desigualdad y combatir la marginalidad, veremos que algo est谩 sucediendo a escala mundial que anuncia la transici贸n a una nueva noci贸n del desarrollo econ贸mico.
La incapacidad general de los gobernantes latinoamericanos para enfrentar la pandemia y a la vez una profunda recesi贸n econ贸mica parece ser, qui茅n se hubiera imaginado, una oportunidad surgida del dolor y el desastre en las vidas de millones de personas para aspirar, en adelante, a algo nuevo y no a volver a lo de antes: desigualdad, pobreza y marginaci贸n.
Bienvenido el GRID o Desarrollo Verde, como usted prefiera llamarlo, si su arribo es un buen presagio para los pueblos latinoamericanos y de Am茅rica del Norte (recordemos que Estados Unidos padece una gran desigualdad econ贸mica entre sus habitantes), despu茅s de d茅cadas perdidas en el pantano de las nociones tradicionales y obsoletas del desarrollo.
Nunca pens茅 que mi generaci贸n alcanzar铆a a ver un cambio de esta magnitud en el debate econ贸mico. Si bien es incipiente a煤n para cantar victoria, el hecho de que se debata en foros de alto nivel como el del Banco Mundial la pertinencia y las ventajas del Desarrollo Verde es un signo de esperanza.
Si algo nos mantiene en pie de lucha a los latinoamericanos es la esperanza. No nos decepcionen.