Desaparecidos, el ‘crimen perfecto’

El informe del Comité contra las Desapariciones Forzadas en México de la ONU-DH, dado a conocer el 12 de abril, es demoledor.
15/04/2022

Quizá el tema más difícil de abordar para mí, como analista, sea el de la desaparición de personas en México. Es algo que me lastima en lo más profundo y me impide conservar la serenidad que requiere el análisis periodístico.  

Por eso esperaba con ansiedad el informe del Comité contra las Desapariciones Forzadas en México de la ONU-DH (Organización de Naciones Unidas-Alto Comisionado de los Derechos Humanos), en el cual se presentan las conclusiones de sus investigaciones y del viaje de sus expertos a nuestro país en noviembre del 2021. 

No son la revocación de mandato, ni la reforma eléctrica o los desplantes mañaneros del Presidente de la República, los temas que definen a México, aunque predominen en la opinión pública; el gran tema, crucial y definitorio para saber qué somos como nación y como gobierno, es el de la desaparición de personas. 

En ese tema, se estrella la razón de ser del Estado mexicano (garantizar la seguridad e integridad física de los mexicanos) y su pretensión de que tenemos un estado de derecho: la impunidad casi total que rodea a la desaparición de personas, los inexistentes castigos a ese delito, así lo atestiguan. 

En fin, ni seguridad garantizada ni castigo a los delincuentes, ¿se necesita algo más para saber que esa es la cara cruda y verdadera de México? 

El informe del Comité, dado a conocer el 12 de abril, es demoledor en algunas de sus conclusiones: 

1. “La delincuencia organizada se ha convertido en un perpetrador central de desapariciones en México, con diversos grados de participación, aquiescencia u omisión de servidores públicosâ€. 

2. “Los Estados parte (se refiere a México) son responsables de las desapariciones forzadas cometidas por los servidores públicos, pero también pueden ser responsables de las desapariciones cometidas por organizaciones criminalesâ€. 

3. “La impunidad en México es un rasgo estructural que favorece la reproducción y el encubrimiento de las desapariciones forzadas y pone en peligro y causa zozobra a las víctimas, a quienes defienden y promueven sus derechos, a los servidores públicos que buscan a las personas desaparecidas e investigan sus casos y a la sociedad en su conjuntoâ€. 

Las cifras son perturbadoras: se han registrado 95 mil 121 personas desaparecidas hasta noviembre de 2021. En los últimos cinco años, han ocurrido 8 mil nuevas desapariciones cada año, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas. 

Las desapariciones siguen afectando principalmente a hombres entre 15 y 40 años, nos dice el Comité. Otra tendencia resalta, sin embargo, al ir en ascenso a partir de la pandemia de coronavirus: las desapariciones de niños y niñas de más de 12 años, así como de adolescentes y mujeres: “víctimas y autoridades también reportaron desapariciones que tenían por objetivo la trata y explotación sexualâ€, expresa el reporte. 

Otros rasgos sumamente preocupantes son las desapariciones de buscadores que participan en ONGs dedicas a la búsqueda de personas en fosas y entierros clandestinos, y los más de 30 periodistas desaparecidos entre 2003 y 2021. 

¿Qué recomienda el Comité al Estado mexicano? Nada menos que un giro profundo a su política actual (que se resume en “abrazos, no balazosâ€): “Para que en México la desaparición deje de ser el paradigma del crimen perfecto, la prevención debe ser el centro de la política nacional para la prevención y erradicación de las desapariciones forzadas... la desaparición forzada en México es un problema de todos: de la sociedad en su conjunto y de toda la humanidadâ€. 

En concreto, se le sugiere al Gobierno mexicano lo siguiente: 

1. Fortalecer los procesos de búsqueda e investigación brindando apoyo humano y financiero adecuado a la Comisión Nacional de Búsqueda y a las comisiones locales. 

2. Asegurar la coordinación sistemática y efectiva de todas las instituciones involucradas en el proceso de búsqueda, investigación, reparación y acompañamiento de víctimas. 

3. Eliminar los obstáculos en la persecución penal. 

4. Atender a las desapariciones de migrantes. 

5. Abordar la crisis forense: más de 52 mil personas fallecidas se encuentran en fosas comunes, instalaciones de servicios forenses, universidades y centros de custodia y almacenamiento forense. 

6. Concluir la implementación del Plan Nacional de Búsqueda para llevar a cabo búsquedas e investigaciones. 

Buscar y encontrar a los desaparecidos y combatir la impunidad de este “crimen perfecto†que son las desapariciones debería ser una cruzada del gobierno federal, pero no lo es: ahí reside la razón de su fracaso, ¿para que existe el Estado mexicano si no hay seguridad en nuestro país?

Rogelio.rios60@gmail.com
 



ROGELIO RÃOS estudió Relaciones Internacionales y es periodista de opinión sobre México y el mundo.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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