Escenarios económicos en México ante el Covid-19

Gabriela Siller Pagaza

ENTORNO MACROECONÓMICO
En el escenario optimista se espera una caída del PIB del 1% y pérdida de 25 mil empleos y en el pesimista una caída del 5% y pérdida de 170 mil empleos, en el más pesimista una caída del 8% en la economía.
24/03/2020

Las expectativas económicas han cambiado significativamente en unos meses. El coronavirus es un evento sin precedente en la historia reciente y por lo tanto existen un número infinito de posibilidades de impacto económico, dentro de las cuales existen sub escenarios con respecto a 1) la guerra de precios del petróleo, 2) la percepción de riesgo global y sobre México, 3) la política que aplicará el gobierno de México para mitigar los efectos y finalmente 4) la forma en la que responderemos los consumidores y empresas, los cuales en tiempos de incertidumbre no actuamos siempre con la racionalidad que asumen las teorías económicas. Bajo este nivel de incertidumbre de poco sirven los modelos previamente calculados.

Desde el 2009, el mundo parece haber cambiado de paradigma de pensar que lo que sucedía en el pasado sucederá en el futuro. Para México se dio otro cambio más con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos. Ahora, con el coronavirus el nivel de incertidumbre ha llegado a un nivel máximo que se hace evidente, tanto en la rapidez con la que se mueven los indicadores financieros, como en los niveles que alcanzan. 

CRECIMIENTO ECONÓMICO

No es posible aún determinar el efecto del coronavirus sobre la economía mexicana, pero todo parece indicar que dependerá de cinco factores: 1) número de infectados y muertes en México y tiempo que dure la contingencia, 2) percepción de riesgo sobre la economía global y sobre México, 3) impacto sobre la economía estadounidense, 4) afectaciones en la movilidad de personas y mercancías entre países y 5) política fiscal expansiva que se aplique en México.

Ante esto se vislumbran cuatro posibles escenarios. 

- Escenario optimista. Se regresa a la normalidad durante el segundo trimestre. En este escenario la economía de Estados Unidos no se ve tan afectada y sólo muestra una desaceleración en su PIB. Con estas condiciones el PIB de México caería 1% y se perderían alrededor de 25 mil empleos formales. 

- Escenario central. La tasa de crecimientos de contagios baja durante el tercer trimestre, pero se mantiene vivo el virus, propiciando que continúe la incertidumbre. En este escenario la economía de Estados Unidos muestra una tasa de crecimiento promedio anual entre -0.3 a 1%, lo cual afecta a las exportaciones mexicanas y a los proyectos de inversión fija de origen privado. El consumo se desacelera. Bajo estas condiciones el PIB de México caería alrededor de 3% y se perderían alrededor de 150 mil empleos formales. 

- Escenario pesimista. La incertidumbre se mantiene, propiciando que se cancelen proyectos de inversión fija de origen privado. El consumo aun y cuando repunta en marzo por las compras de pánico, se desacelera después y termina mostrando caídas. La economía de Estados Unidos cae en recesión y muestra una tasa de crecimiento promedio anual entre -1.5% a -0.5%. Bajo estas condiciones el PIB de México caería alrededor de 5% y se perderían cerca de 170 mil empleos.

- Escenario muy pesimista. Este escenario contempla un efecto sobre México mayor al de la crisis financiera de Estados Unidos y podría darse en el caso donde no se aplique política fiscal expansiva que incentive a la demanda agregada. Este escenario también puede darse si la economía de Estados Unidos muestra una caída igual o superior a 2.5% en el año. Bajo estas condiciones el PIB de México caería alrededor del 8%.

Los escenarios más probables son el central y el pesimista, mientras que el escenario optimista actualmente tiene una baja probabilidad de ocurrencia y podría desaparecer en el siguiente mes, dando lugar a que el escenario central actual, se constituya en el escenario optimista y el pesimista (de caída de 5% en el PIB) en el escenario central.

PETRÓLEO

El precio del petróleo es un factor que puede propiciar que cambie la percepción de riesgo global y sobre México. Si el petróleo sigue cayendo el escenario se complica. A pesar de que el petróleo se lograra estabilizar alrededor de 20 dólares por barril, puede provocar un recorte en la calificación crediticia de Pemex, en donde en particular preocupa que una segunda agencia la sitúe en grado especulativo. Lo anterior provocaría que la probabilidad de un recorte en la calificación crediticia de México subiera y con lo anterior se darían salidas de capitales y más depreciaciones en el peso. 

Si Estados Unidos llega a un acuerdo con la OPEP y el precio del petróleo WTI sube a 35 dpb la percepción de riesgo podría moderarse, planteando un panorama menos sombrío para el mundo, en especial para las economías en las cuales las finanzas públicas dependen del petróleo. Para México este escenario resulta menos desfavorable, pues implicaría un menor apoyo del gobierno hacia PEMEX, así como una menor probabilidad de recorte en la calificación crediticia de la petrolera y de la deuda soberana de México. El precio de 35 dpb no representa presiones significativas sobre la inflación, ni al alza ni la baja. 

Finalmente, si Estados Unidos llega a un acuerdo con la OPEP y Rusia se suma al recorte, conformando la nueva OPEP+Premium, el precio del petróleo podría subir hacia los 45 ó 50 dpb, bajando la percepción de riesgo global y dando un respiro a los países para aplicar política fiscal expansiva sin endeudarse tanto. Este escenario es favorable para PEMEX, pero ligeramente desfavorable para la inflación de México.

En estos escenarios el tiempo será relevante, pues en el caso en que las pláticas se demoren podría propiciar una mayor percepción de riesgo aún y cuando finalmente logren ponerse de acuerdo para un recorte petrolero.

TIPO DE CAMBIO

El tipo de cambio depende de muchos factores y bajo un escenario de incertidumbre, la especulación sobre lo que podría pasar toma mayor relevancia en las cotizaciones. Hasta el momento el tipo de cambio ha alcanzado un nivel máximo histórico de 25.45 pesos, depreciándose 35% respecto al cierre del 2019 y 37% respecto al nivel mínimo alcanzado en el año de 18.52 pesos el 17 de febrero.

Por los niveles alcanzados y debido a que se tiene la expectativa de que el número de contagios continúe a nivel global y en México, es muy posible que el tipo de cambio siga por arriba de 25 pesos por dólar. Por arriba del nivel máximo histórico no es posible determinar hacia donde se dirige, pero si la fuerza del mercado continúa sesgada en contra del peso se podría alcanzar un nivel de 29 pesos por dólar en la parte más álgida de la crisis, reflejando una depreciación de 56% respecto al mínimo del año, que sería una depreciación similar a la observada entre agosto de 2008 y marzo del 2009, cuando el tipo de cambio pasó de 9.87 pesos a 15.58 pesos (máximo histórico de ese tiempo).

Con mucho menor probabilidad está el escenario con tipos de cambio de 30 pesos o más, que podría darse ante expectativa catastrófica sobre México.

INFLACIÓN

La inflación se calcula a través del índice nacional de precios al consumidor. Está compuesto por una canasta de productos y servicios que consumen los mexicanos. Se espera que la trayectoria de la inflación esté determinada en los siguientes meses por los siguientes factores:

1. Actividad económica. Entre menor sea el crecimiento económico, menor la inflación.

2. Depreciaciones del peso. A mayores depreciaciones, mayor presión al alza para la inflación.

3. Expectativas de mayores depreciaciones. No sólo son las depreciaciones actuales del peso, sino también la expectativa de que el tipo de cambio podría seguir subiendo lo que presiona al alza la inflación. Por el contrario, si se tiene la expectativa de que el tipo de cambio bajará, la inflación no se presiona tanto al alza.

4. Precio de energéticos. El precio de los energéticos está directamente relacionado con la inflación. Al bajar, presiona a la baja la inflación y esto ocurre generalmente por rangos de cotización del petróleo.

5. Endeudamiento público: el mayor endeudamiento público está relacionado con presiones al alza de la inflación.

TASA DE INTERÉS

Actualmente el diferencial de tasa de interés entre México y Estados Unidos es de 6.25 puntos porcentuales, en términos nominales y de 4.85 puntos porcentuales en términos reales.

Debido a la holgura económica y al diferencial de tasa con Estados Unidos que se amplió después de que la Reserva Federal decidió recortar su tasa llevándola a un mínimo histórico de 0 a 0.25%, se espera que Banxico siga con los recortes. Se ve una alta probabilidad de que Banxico recorte su tasa a más tardar el 14 de mayo, fecha del siguiente anuncio programado. El recorte dependerá del precio del petróleo, las depreciaciones del peso y la expectativa que se tenga sobre el impacto que estas variables tengan sobre la inflación. 

En el escenario donde la inflación baja a pesar de las depreciaciones del peso, dada la holgura económica y el menor precio de los energéticos, la tasa de interés podría bajar hasta el nivel de 4.5% al final del año. 

Si la inflación se ve afectada por la depreciación del peso (escenario que actualmente parece ser más probable) la tasa se recortaría 100 puntos base más del nivel actual, es decir a un nivel de 5.5% al final del año. 

Si la inflación se ve muy afectada por las depreciaciones del peso y por un posible repunte en los precios de los energéticos, a pesar de la holgura económica, la tasa terminaría el año en un nivel de 6%, es decir sólo 50 puntos base por debajo del nivel actual.

Para Estados Unidos se abre la posibilidad de tasas de interés negativas, en caso de una recesión o de falta de liquidez en el sistema bancario.

POLÃTICA FISCAL

A nivel global, los gobiernos están anunciando medidas de política fiscal expansiva para contrarrestar los efectos del coronavirus. Como consecuencia se espera un mayor nivel de endeudamiento público a nivel global.

En México la Cámara de Diputados aprobó utilizar los recursos del superávit primario. La medida debe ser aprobada aun por la Cámara de Senadores.

Sin embargo, si se desea aminorar los efectos y sentar las bases para una rápida recuperación se debe cuidar el empleo, sobre todo de las industrias que se están viendo seriamente afectadas por el coronavirus, entre ellas: turismo, preparación de alimentos, esparcimiento, transporte aéreo y terrestre y manufactura de exportación. 

Asimismo, sería recomendable realizar proyectos de infraestructura, diferentes a los planteados hasta ahora y de menor plazo, para genera empleos y propiciar un efecto multiplicador sobre la economía. 

Finalmente, dado que a nivel global el endeudamiento público va a subir, sería recomendable subir la deuda como proporción del PIB en dos o tres puntos porcentuales para reactivar a la economía. Para que la medida no cause una mayor percepción de riesgo sobre México se deberán de direccionar los recursos para proteger los empleos e incentivar a la demanda agregada, utilizando los recursos de manera eficiente y transparente.



GABRIELA SILLER PAGAZA es Directora de Análisis Económico de Banco BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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