El efecto rebote… ¿será suficiente?

Gabriela Siller Pagaza

ENTORNO MACROECONÓMICO
La recuperación económica de la Crisis del Tequila de 1995 tomó 7 trimestres y la de la Crisis Financiera del 2009 tomó 6 trimestres, la del Gran Confinamiento sería la más larga en la historia de México.
30/10/2020

La economía de México tocó fondo en el segundo trimestre del año tras mostrar una contracción trimestral del PIB de 18.7%, la mayor contracción desde que se tiene registro. A finales de ese trimestre, conforme se levantaban las medidas de distanciamiento social y se entraba en la nueva normalidad, comenzaron las señales de recuperación, llevando a la economía en el tercer trimestre a un rebote de 12.0%, siendo el primer crecimiento trimestral desde el primer trimestre de 2019 y el mayor avance en registro. Sin embargo, la recuperación está lejos de ser completa, pues en términos anuales aún se tiene una contracción de 8.6%. De hecho, al tercer trimestre del año el PIB de México acumula 6 trimestres consecutivos de caídas anuales, algo no visto desde 1983, cuando el PIB se contrajo del tercer trimestre de 1982 al tercer trimestre de 1983.

La recuperación se da en su mayor parte por el sector secundario, que registró una tasa de crecimiento de 22.0% frente al trimestre anterior, mientras que el sector terciario y el primario crecieron 8.6% y 7.4%, respectivamente. El buen desempeño de la actividad secundaria fue a través del sector manufacturero, debido principalmente al fortalecimiento de la demanda externa. En cambio, en el sector terciario se observa una recuperación más lenta ante la permanencia de algunas medidas de distanciamiento y la cautela voluntaria por parte de los consumidores, que aún no recuperan por completo la confianza para asistir a lugares públicos. No obstante, en términos anuales, la actividad secundaria sigue siendo la que presenta la mayor contracción, cayendo 8.9% frente al tercer trimestre del 2019, seguido del sector terciario (-8.8%) y finalmente el primario, que, a diferencia del resto, crece a una tasa anual de 7.4% (Fig. 2).

La recesión económica derivada del COVID-19 tiene diferencias claras con respecto a recesiones previas:
1. Al ser causada por una pandemia, la afectación inicial fue profunda debido a decretos de suspensión de actividades. Con la reapertura, la recuperación inició de forma inmediata, aunque a un ritmo distinto a nivel sectorial.
2. Debido a que la pandemia del COVID-19 persiste, una segunda ola probablemente frene el proceso de recuperación.
3. A diferencia de recesiones previas, en donde el sector más afectado era la actividad industrial, en esta ocasión es el sector servicios, debido a que el elevado grado de interacción humana eleva la probabilidad de contagio.
4. El temor al contagio y el confinamiento ha generado un cambio en los patrones de consumo y el comportamiento de las empresas y es probable que algunos de estos cambios permanezcan durante varios años.

Los indicadores de periodicidad mensual comprueban que el repunte fue poco uniforme entre sectores, evidente en la lenta recuperación del sector servicios al prolongarse algunas restricciones. Por otra parte, la debilidad de la demanda interna ocasionó un rezago en la recuperación del consumo privado. En cambio, los sectores relacionados con la demanda externa fueron el principal motor de la recuperación, destacando las manufacturas. No obstante, hacia finales del tercer trimestre la demanda externa perdió fuerza, luego de que se suspendieran algunos estímulos fiscales en Estados Unidos. Es probable que la recuperación económica de México observe un estancamiento temporal, durante los últimos meses del año, como consecuencia de la pérdida de dinamismo de la economía estadounidense.

Durante el cuarto trimestre se espera que la economía muestre un crecimiento trimestral de 3.5%. Bajo este contexto, Grupo Financiero BASE estima una contracción promedio anual del PIB para este año de 8.7%, siendo la caída más severa desde la Gran Depresión en 1932.

ESCENARIOS DE RECUPERACIÓN

Escenario 1 (optimista): la economía regresa a los niveles observados previo a la pandemia hasta el 2024, asumiendo un crecimiento del 4.6% para el 2021 como lo establecen los Criterios Generales de Política Económica de la Secretaría de Hacienda y de 2.0% para los años siguientes.

Escenario 2 (central): la economía se recupera hasta el 2026, asumiendo un crecimiento de 3% en 2021 y de 1.5% en los años siguientes.

Escenario 3 (pesimista): la economía alcanzaría la recuperación completa en el 2027, asumiendo un crecimiento de 2.0% en el 2021 y de 1.5% en años posteriores.

Para términos de comparación, la recuperación económica después de la Crisis del Tequila de 1995 tomó un año y nueve meses, mientras que la recuperación tras la Crisis Financiera del 2009 duró un año y medio, por lo que esta podría ser hasta ahora la crisis con la recuperación más larga en la historia de México.

Para la crisis actual, llamada el Gran Confinamiento, la recuperación de México se vislumbra más lenta debido a 1) la inercia negativa que traía la economía mexicana desde finales del 2018 y 2) la ausencia de política fiscal contra cíclica que amortiguara las caídas en el PIB y sentara las bases para una rápida recuperación económica. Por lo anterior se podría decir que la recuperación se está dando en forma de “L†o “U†extendida (Fig. 3).

Asumiendo un crecimiento promedio anual de la población de 1%, la recuperación del PIB per cápita tomaría 9 años en el escenario optimista, 19 años en el escenario central y 21 años en el escenario pesimista.

OTROS EVENTOS QUE MANTIENEN ELEVADA LA PERCEPCIÓN DE RIESGO EN MÉXICO

• La consulta ciudadana que originó la suspensión de permisos de uso de agua a una planta cervecera de Constellation Brands, la cual se encontraba en construcción en Mexicali.
• Las políticas anunciadas por la Secretaría de Energía y el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) que modifican las reglas del sector energético, en perjuicio de empresas privadas y en beneficio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las cuales fueron combatidas judicialmente por la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE).
• La falta de un acuerdo entre la CFE y la empresa española Iberdrola sobre el permiso para hacer uso de un ducto de gas natural, que llevó a que la empresa cancelara la construcción de una planta termoeléctrica de 1,200 millones de dólares.
• La propuesta de reforma al sistema de pensiones que incrementa la carga contributiva de los patrones y disminuye los requisitos para que los trabajadores obtengan el derecho a una pensión garantizada, lo cual incentiva la informalidad laboral y representa una mayor carga fiscal para el gobierno.
• La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de declarar que la consulta ciudadana propuesta por el Presidente para determinar si se debe enjuiciar a los expresidentes es constitucional y no constituye una violación de derechos humanos, lo que generó duda sobre la autonomía del Poder Judicial y el rol de contrapeso que juega la SCJN en el gobierno.

Estos acontecimientos presentan un deterioro en el marco institucional de la economía mexicana y generan mayor incertidumbre en el entorno de los negocios, desincentivando la inversión y limitando el crecimiento económico.

gsiller@bancobase.com



GABRIELA SILLER PAGAZA es Directora de Análisis Económico de Banco BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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