"ImagÃnense, tener la dicha enorme de llevar a cabo una transformación, de hacer historia y que todavÃa nos paguen, somos privilegiados", Andrés Manuel López Obrador, mayo 28, 2020.
En junio pasado la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), otorgó las suspensiones solicitadas por el Banco de México (Banxico), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y el Instituto Nacional Electoral (INE) contra las dispocisiones legales que no permiten a sus directivos ganar más que el presidente López Obrador, especÃficamente en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020.
Aunque pareciera ser una discusión ya superada que nadie en el sector público debe tener derecho a ganar más que el presidente, por fortuna aún hay inconformes que acuden a las instancias jurÃdicas para llegar hasta las últimas consecuencias legales, poniendo a prueba la independencia del Poder Judicial.
Previamente, en mayo, funcionarios del Instituto Nacional de EstadÃstica y GeografÃa (INEGI) y de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) habÃan obtenido una suspensión similar.
La suspensión otorgada en junio, en una votación dividida de tres a dos, por la primera sala les permite a los directivos de estos tres organismos autónomos seguir ganando más que nuestro lÃder, hasta que el Pleno de Ministros de la SCJN resuelva el fondo de las controversias constitucionales que promovieron a finales de 2019 y principios de este año.
En las controversias constitucionales 358/2019, 1/2020 y 2/2020, se argumenta que aplicar esta restricción presupuestal a sus sueldos viola su autonomÃa e independencia y también que en la remuneración del presidente se considera sólo el dinero y no las demás prestaciones.
"En ese sentido, los Anexos 23.1.2 y 23.1.3 del PEF-2020 señalan la remuneración total ordinaria lÃquida mensual neta y ordinaria total anual del presidente de la República en numerario sin considerar las demás prestaciones que integran la referida remuneración, en particular, aquellas establecidas en especie. Asimismo, en el desglose de dicha retribución se prevén únicamente prestaciones ordinarias, sin señalar aquellas otras que como lo señala la fracción I del propio artÃculo 18 del PEF-2020, también integran las remuneraciones de todo servidor público de la Federación, incluidas, en su caso, las de carácter extraordinario a que hace referencia la fracción I del mismo artÃculo", argumenta el director jurÃdico de Banxico en la controversia.
"Lo anteriormente referido a la remuneración ordinaria total lÃquida y remuneración total de percepciones ordinarias resulta contrario al artÃculo 127 de la Constitución Federal, dado que invade las atribuciones constitucionales y legales del Banco de México y, adicionalmente, dado que el PEF-2020 no establece de manera cierta la remuneración total especÃfica asignada al presidente de la República con todas las prestaciones que la integran, lo cual corresponde al lÃmite para fijar el monto de remuneraciones para sus servidores públicos, impone una imposibilidad para determinar el lÃmite aplicable a las remuneraciones de los servidores públicos del Banco de México".
En el asunto de la autonomÃa no me voy a meter, sólo en lo de que considero que debe incluir la remuneración total del presidente. Antes de entrar a esa argumentación sólo quiero dejar asentado mi punto de vista sobre topar el salario de todos los funcionarios públicos a lo que gana el presidente.
Que una persona piense que nadie puede ganar más que él parte de dos cosas: que nadie puede ser más importante que él, lo cual en el caso de López Obrador creo que su personalidad lo cumple con creces; y que sus conocimientos y habilidades son superiores a los de cualquiera, en este caso se los dejo a su consideración.
Recuerdo mucho cuando Manuel "MaquÃo" Clouthier andaba en campaña como candidato del PAN por la presidencia en 1988, un periodista (una disculpa por no recordar quien fue) le preguntó "¿cómo quiere un ingeniero agrónomo gobernar un paÃs?" y respondió (palabras más, palabras menos) algo asÃ: "no importa que estudios tenga el presidente, sino que tenga la capacidad de hacer un equipo con las personas mejor preparadas para cada posición y que tenga la humildad de aceptar que están mejor preparados que él para hacer sus tareas".
Si piensan que voy a criticar a nuestro lÃder por no llevar a la práctica la filosofÃa del padre de la que fue su coordinadora de campaña, en la elección que obtuvo más de 30 millones de votos en 2018 y lo llevó a la Presidencia, que hoy es diputada federal plurinominal de Morena por Sinaloa y que aspira a ser candidata de ese partido por la gubernatura de Nuevo León el próximo año, Tatiana Clouthier, lamento decepcionarlos, esa no es mi intención.
Sólo me referà a la reflexión del "MaquÃo" sobre lo que debe hacer un presidente como una de las causas por las que creo que hay posiciones en el gobierno que ameritan ganar más que él, las capacidades que deben de tener para hacer su trabajo.
Aunque en sus conferencias mañaneras nuestro lÃder lo repite como verdad absoluta que nadie gana más que él en su gobierno, de acuerdo a información publicada por El Universal, Manuel Bartlett DÃaz, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), obtuvo el año pasado una remuneración neta de 2 millones 209 mil 550 pesos, mientras que el presidente ganó un millón 567 mil 640 pesos. No es el único caso que documentó este medio, pero sólo menciono esto como ejemplo.
Además, suponiendo, sin conceder, que el presidente deberÃa ser el mejor pagado, creo que su remuneración debe ser determinada con criterios técnicos, y no por ocurrencia. ImagÃnese que llegue un populista que gobierne para el aplauso (y los votos de las siguientes elecciones) no con responsabilidad, que no necesite dinero porque tiene años sin ingresos y ha cubierto sin problemas sus necesidades y las de su familia, y que decida cobrar un salario mÃnimo porque "serÃa ofender" vivir con lujos, porque es "servicio público" y "es del pueblo".
Ahora sà ya entrando en materia de qué debe considerarse al calcular la remuneración del presidente, hace ya casi un año, el 30 de julio de 2019 presumió en la mañanera su departamento de 311 metros en Palacio Nacional.
Cuenta con dos recámaras, la principal de 68.9 metros cuadrados (m2) incluyendo un sanitario y un vestidor, para que se dé una idea muchas de las casas de Infonavit son de menos de 70 m2. El espacio de la recámara principal, de 40.5 m2 (sin el vestidor), es poco más del espacio de 10 camas king size. La recámara secundaria es mucho más pequeña, de sólo 28.5 m2, incluyendo un sanitario de 6 m2 y un vestidor de 3.2 m2. El espacio de esta recámara es el equivalente a 10 camas individuales. También tiene un estudio (27.7 m2) incluyendo un sanitario (2.5 m2), una sala-comedor (53 m2), una cocineta (21 m2) y un cuarto de servicio (6.2 m2) incluyendo el sanitario (2.0 m2).
Además, está amueblado y si no le gustan los muebles puede cambiarlos. Obviamente tiene todos los servicios cubiertos, incluida la seguridad. Está en una ubicación que le permite ahorrar tiempo de traslado a su trabajo (¿cuánto vale ahorrarse dos horas diarias de traslado para ir a trabajar?), además tiene como amenidades salones históricos que puede visitar las 24 horas.
Sin tener la certeza, podrÃa casi asegurar que todos sus traslados, los de su esposa y los de su hijo menor los cubre el gobierno, posiblemente también los salarios del personal que da mantenimiento y servicio de limpieza y cocina en el departamento.
Asà como en el sector privado al momento de negociar el ingreso de un puesto de trabajo se consideran bonos de despensa y gasolina, bonos de desempeño, uso personal de algún vehÃculo y en algunas ocasiones la renta de un departamento, entre otras prestaciones creo que en el puesto de Presidente de México deben de ser incluidos todos estos ingresos en especie o en efectivo.
ImagÃnese que su patrón, suponiendo que usted no sea de los millones que han sido afectados por la pandemia, le dice "no te puedo aumentar tu salario, pero te puedo prestar una casita que es tan cómoda como donde vives ahora, te pago todos los servicios, y además está aquà a la vuelta del trabajo", ¿usted le dirÃa "no, eso no es salario"?
¡Hasta la próxima semana!