Adolfo González

NAVEGANDO A ESTIMA
El empeño de la 4T en ponerle adjetivos a la democracia, es decir, en desnaturalizarla con la muerte en vida, hace obligado un debate cívico que despierte a la ciudadanía de toda clase y condición.


Si consideramos que los Yunes se integran a Morena, dentro de las transformaciones de la 4T también está convertir lo indecoroso en un honor.


Ojalá fuera real el mundo imaginario que presentó Andrés Manuel, pero incluso las prisas por acometer las reformas son ya de por sí sospechosas.


De modo que la palabra que mejor define el sexenio que acaba, a la vista de las muchas expectativas defraudadas, no puede ser otra más que decepción.


Siempre hay marcha atrás, y todo es reversible. Quizá algún día se pase la anestesia de la 4T, y como dice el dicho popular: al que preña se le olvida, pero al preñado no.



Lo pavoroso no es que el narco opere con la anuencia del gobierno, sino que el gobierno parece estar alcanzando sus objetivos bajo el paraguas protector del narco.


Es muy mala seña que Claudia Sheinbaum replique las maneras y las necedades de Andrés Manuel López Obrador.


Una mayoría, sea del signo que sea, primero puede ser real, pero sin contrapesos puede moldear la Constitución a su gusto con consecuencias imprevisibles.


El PRI, como tal, realmente nunca supo ni competir ni funcionar como oposición. Estaba hecho y concebido para otra cosa.


De cómo maneje Claudia la presencia de López Obrador dependerá mucho el futuro político de México.


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