‘Migrantes criminales’

Rogelio Ríos

MIRADA AL MUNDO
07/02/2020

Que el Presidente Donald Trump haya dejado con la mano tendida al negar el saludo a la Speaker Nancy Pelosi, al inicio de la ceremonia del “State of the Union”, no fue el mayor de los desaires de la noche del martes 4 de febrero.

Lo que se robó la velada fue el desaire de Trump a la honorabilidad del Congreso, a la solemnidad del mensaje anual del Presidente a la Nación cuando dirigió descalificaciones duras contra lo que llamó “migrantes criminales”.

El tono triunfalista del inicio del mensaje presidencial, al abordar los temas económicos, reafirmó la actitud eufórica de Trump, seguro de su exoneración en el Senado y desdeñoso de los demócratas, a los cuales no dirigió una sola palabra conciliadora.

Lo más grave de su mensaje fue el manejo de las referencias a los migrantes como “criminales” que buscan perpetrar sus trapacerías en los Estados Unidos, como si nada más a eso llegaran al país.

De ahí a criticar e insultar a las “ciudades santuario” no hubo más que un paso. Calificó a California de “estado santuario” y anunció una iniciativa de ley para permitir a cualquier ciudadano que haya sido víctima de la violencia de los “migrantes criminales” demandar a las “ciudades santuario”.

Palabras de odio y descalificación resonaron en un recinto que demanda la máxima prudencia y cuidado en el manejo del discurso y los conceptos que ahí se vierten.

Escuchar el mensaje de odio de Trump hacia los migrantes, sin una sola palabra de reconocimiento de sus aportaciones a la prosperidad de los Estados Unidos, fue verdaderamente chocante.

El tono de persecución, la paranoia antiinmigrante, las referencias del Presidente Trump a casos de migrantes que, al ser “liberados” en las calles por las autoridades de las ciudades santuario, cometen, según él, crímenes y atrocidades, violaciones y asesinatos, llenaron las referencias a la migración en el discurso presidencial.

Me parece que al hacer eso, el Presidente Trump cometió otro desaire: no estar a la altura, en las palabras y en las ideas, de la solemnidad del Congreso de los Estados Unidos.

Al contrario, su dureza contra los migrantes pronostica mayores restricciones en las políticas migratorias, pues lo que dijo Trump en el Capitolio lo hizo como candidato presidencial más que como Presidente.

Sólo así se entiende el tono desmesurado, la manipulación grosera de ejemplos de “migrantes criminales”, la presentación de personas en el recinto como testimonios vivientes de la maldad de los migrantes, etcétera.

Al convertir Trump el “State of the Union” en un acto de su campaña presidencial, daña a demócratas y republicanos por igual, pues al degradarse la investidura del Congreso se destruye la imagen de todos los legisladores ante la opinión pública.

A ello contribuyó también el entusiasmo delirante por aplaudir cada párrafo que leía el Presidente Trump en su teleprompter por parte de la bancada republicana y los invitados especiales.

No cesaban los aplausos y una algarabía que más parecía festejo de jóvenes adolescentes al termino de un año de clases. Vaya, hasta Mitch McConell sonrió levemente cuando lo mencionó el Presidente; ya para que sonría McConell es que siente la victoria electoral en la bolsa.

Los rituales políticos son importantes para la vida pública de un país. Nos permiten celebrar la convivencia de poderes, partidos políticos, ideologías y posturas diferentes en un ambiente de civilidad. Mantienen vivo el respeto institucional entre oponentes políticos en un terreno neutral.

Romper la solemnidad de una institución como el Capitolio con palabras y gestos desmesurados, manipular personas que acuden a dar testimonios emocionales y rematar insultando a los migrantes al etiquetarlos nada menos que como “criminales”, son excesos de Trump.

Portarse como un “party crasher” (el tipo loco de la fiesta) en un ritual solemne no es la forma de hacer “America Great Again”.

Los migrantes no son criminales, Mr. Trump. No diga eso en el Capitolio. No lo diga nunca.



ROGELIO RÍOS estudió Relaciones Internacionales y es periodista de opinión sobre México y el mundo.  Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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