Provoc贸 mucha indignaci贸n en la opini贸n p煤blica la cobertura noticiosa sensacionalista de la desaparici贸n, b煤squeda y hallazgo del cuerpo de Debanhi Escobar, un caso tr谩gico que desde Monterrey escal贸 hasta a nivel internacional.
Fue lamentable ver c贸mo era vulnerada una y otra vez, por uno u otro medio de comunicaci贸n regiomontano y nacional, la dignidad de la v铆ctima. La perspectiva de los derechos humanos estuvo ausente del trabajo period铆stico.
No se salv贸 casi nadie: los medios electr贸nicos compet铆an en tiempo real por la primicia; los medios impresos se desesperaban por agregar sus propios hallazgos o 谩ngulos a la informaci贸n ya conocida.
A Mario Escobar, el padre de Debanhi, lo exprimieron hasta lo 煤ltimo en noticieros televisivos, portales de internet y en las redes sociales, abusando de la necesidad que 茅l ten铆a de hacer visible el caso de su hija para que no cayera en la indiferencia habitual de las autoridades.
Lo que sucedi贸 en el caso de Debanhi puede tener una explicaci贸n en lo siguiente: se cubri贸 el evento bajo el modelo de la "nota roja", tal como se hace en M茅xico desde tiempo inmemorial. La secci贸n seguridad, policiaca o criminal se traslad贸 -sin cambio ni matiz alguno- a ser una nota de portada.
El resultado era previsible: una fiesta del "amarillismo" (como el de aquel peri贸dico Alarma! de triste memoria con titulares como "隆Rob贸la, Vi贸lola y Mat贸la!"), un carnaval de sensacionalismo y conjeturas en lugar de la aplicaci贸n rigurosa de la 茅tica period铆stica y los derechos humanos en favor de la v铆ctima.
Ese modelo tradicional de la "nota roja" est谩 agotado desde hace tiempo, pero sobrevive en las p谩ginas interiores a la espera de que un suceso viral y de impacto lo regrese al notorio primer plano.
Periodistas que han dedicado su vida profesional al an谩lisis y denuncia de ese modelo caduco de informaci贸n sobre los sucesos criminales, como Marco Lara Klahr, han se帽alado en libros, cursos y conferencias, los defectos del modelo y las alternativas posibles (ver su libro junto con Francesc Barata, "Nota(n) Roja: la vibrante historia de un g茅nero y una nueva manera de informar". M茅xico: Random House Mondadori, 2009).
Lara y Barata se refieren a la realidad mexicana que se transforma, "pero en la que todav铆a imperan los contenidos tradicionales de nota roja, de corte alarmista, superficial y estigmatizante".
A Marco le escuch茅, hace a帽os, una de esas pl谩ticas a periodistas del peri贸dico El Norte, en el cual yo entonces trabajaba. Me pareci贸 reveladora e iluminante su propuesta, por ejemplo, de una cobertura distinta de los sucesos delictivos que no criminalice a las v铆ctimas ni exponga su intimidad al ojo p煤blico o viole la presunci贸n de inocencia.
Por lo que vi del caso Debanhi, ya nadie se acuerda en ese medio de comunicaci贸n de la calle Washington de la pl谩tica y las propuestas de Marco, con quien convers茅 en ese evento y que tuvo la amabilidad de regalarme una copia de su libro; un tipazo que, en ese momento, era como el profeta que hablaba en el desierto.
De haberle hecho caso desde entonces, no estar铆an sufriendo en ese peri贸dico centenario, y en pr谩cticamente todos los medios de comunicaci贸n locales, la indignaci贸n y el reclamo a los periodistas (no a las autoridades) por su desmedida ambici贸n y morbo en la cobertura del caso Debanhi. Y no estar铆a sufriendo yo, como los viejos futbolistas retirados cuyo amor a la camiseta los hace sufrir cuando su equipo es humillado y vilipendiado p煤blicamente, aunque hayan dejado la cancha desde hace tiempo.
No hay mal que por bien no venga, dice un refr谩n, y en el caso de la cobertura sucia sobre Debanhi, lo hecho, hecho est谩, no hay remedio. Lo que sigue es la aceptaci贸n en las redacciones de que la "nota roja" deber谩 pasar a la historia y en su lugar ser谩 la cobertura rigurosa, 茅tica, apegada a los derechos humanos, respetuosa de la dignidad y no victimizadora, la que nos informe de los hechos tr谩gicos y criminales de nuestra sociedad, lo cual es una necesidad imperante para todos nosotros y para nuestras decisiones del d铆a a d铆a.
Cierro esta reflexi贸n con unas citas del libro de Lara y Barata:
"La nueva y m谩s compleja circunstancia mexicana requiere un mayor rigor en el tratamiento de tales temas. Los problemas asociados al mundo de la delincuencia no se pueden explicar como un cuento popular. Son fen贸menos complejos que tienen que ver m谩s con los grandes intereses econ贸micos que con los dramas personales".
Y rematan:
"Las formas medi谩ticas de abordar los temas de seguridad ciudadana y justicia penal se vuelven cada vez m谩s determinantes para los derechos y el destino de los ciudadanos; culpables o no, cuando 茅stos quedan atrapados en la mara帽a del sistema penal deben exponerse a la vindicta p煤blica a trav茅s del espect谩culo medi谩tico".
Bien dicho, nadie puede traer a Debanhi de regreso, pero s铆 podemos decir adi贸s a la nota roja.