Por esta razón el Presidente vive a diario en polémicas

¿De dónde sale el material para exhibir a López Obrador? ¿De filtraciones, del extranjero, de la derecha? De nadie: sale de él mismo.
22/06/2020

Es el Presidente más cuestionado por la prensa; también, el más golpeado, el más perseguido, a condición de hablar en sentido figurado. Esta es la idea: es el más exhibido.

A todo esto, ¿qué exhibe la prensa? ¿Mentiras? En gran parte, solo las palabras del Presidente, su mensaje literal. ¿Es tan malo eso como para llamarlo ataques o conspiración?

Alguna vez oí una frase atribuida a Sócrates: “Habla para que yo te vea”. A tal grado valoraba el lenguaje el pensador ateniense que con oír a una persona podía llegar a conocerla. Siglos después, Jesús de Nazareth concluiría algo parecido. Al galileo lo acusaron de infringir la tradición por comerse unos panes. Ingeniosamente, les respondió que nadie puede ser llamado bueno ni malo por aquello que come, pero que esa misma boca revela con creces la maldad de otro modo. “Lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre”.

Podríamos enlistar más y más proverbios que advierten de los conflictos causados por la locuacidad, pero con los anteriores podemos acercarnos al tema. Queda claro que las palabras transparentan una parte del carácter (¿o del alma?) de las personas. Hay, desde luego, frases violentas o torpes dichas por cualquiera de nosotros en momentos de tensión. Se les llama lapsus linguae, es decir, yerros momentáneos, no estados permanentes. Por eso podemos diferenciar a una persona moderada, que dice alguna vez un dislate, de una lenguaraz, que casi siempre lo hace.

En la comunicación política, en el periodismo, editores y ciudadanos viven expectantes de las palabras de la autoridad; las buscan, las cazan, las desentierran de donde estén. Esto ha sido siempre; no comenzó en 2018 ni en 2012. Una declaración mal dicha o un comentario infeliz pueden arruinar una carrera. Conscientes de esto, la mayoría de los líderes se apoyan en especialistas para escribir sus mensajes o administran sus discursos de acuerdo con las necesidades. Cuando no hay motivo, prefieren callar.

Si el presidente López Obrador, al 15 de junio, ha ofrecido 389 conferencias oficiales en 563 días de gobierno, con una duración media de 102 minutos cada una, ¿cómo no va a ser el más discutido, el más expuesto? De hecho, se le considera el estadista con más apariciones del mundo.

Con tanto discurso, se comprende que muchas publicaciones sean citas textuales del Presidente; todos los días se leen y comparten, y las reacciones son diversas. He notado que algunas se vuelven mofas y chistes. Ante esto, sus seguidores alegan “ataques”, “embestidas” y hasta “campaña de difamación”.

Pero, ¿de dónde sale el material para exhibir a López Obrador? ¿De filtraciones, del extranjero, de la derecha? De nadie: sale de él mismo.

“NO ME VOY A QUEDAR CALLADO”

En los últimos años, el Presidente ha repetido la frase que encabeza este párrafo. Es una prueba difícil y exigente hablar todos los días, porque debe hacerlo bien. Él mismo se la ha impuesto, y él solo recibirá la palma o el fracaso por ello. Puede ser incluso inquietante: sus palabras, tal vez, quedarán para siempre. Han comenzado a guardarse en archivos y anales para ser revisadas por los mexicanos del futuro. Entre otras, encontrarán las que se muestran a continuación. No siguen un orden cronológico.

“Estoy acostumbrado, es mi mero mole. Vengo de la oposición” (ante las protestas).

“Ahora que hubo una polémica por un comentarista de redes sociales que fue invitado para un debate, me enteré de que existe el Conapred”.

"Si se viniera a Veracruz toda la fábrica automotriz de Ford, no se generarían (…) los 68 mil empleos que está generando Sembrando Vida en Veracruz".

"Esta situación nos vino como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación" (sobre la pandemia del síndrome respiratorio agudo grave que ha caído sobre el país).

"Logramos entre todos aplanar la curva… Ahora sí: recobremos nuestra libertad, y actuemos con criterio, y vamos a cuidarnos nosotros mismos”.

“No quiero decir que no existe la violencia contra las mujeres, pero el 90 por ciento de las llamadas que registran por violencia contra mujeres son falsas”.

“Apenas desembarcó en Veracruz el conquistador Hernán Cortés, y sin ningún fundamento legal (…), se autonombró alcalde y jefe del ejército invasor. Fue el primer fraude”.

“No crean que tiene mucha ciencia el gobernar. Eso de que la política es el arte y la ciencia de gobernar, no es tan apegado a la realidad”.

“De la marcha de la paz, que busca que se atienda el problema de la inseguridad y la violencia, no tengo tiempo, no tengo oportunidad de atenderlos”, (respuesta a Javier Sicilia y Julián LeBarón, líderes del movimiento en memoria de los familiares asesinados o desaparecidos por el crimen organizado).

“¿Qué son, al final, los fifís? Pues son fantoches, conservadores, sabelotodos, hipócritas, doble cara (…) Yo tengo también el derecho de expresarme, de manifestarme”.

“No le dejo de pedir al Rey de España y al Papa Francisco que, con humildad, también se pida perdón por los abusos que se cometieron durante la Conquista y la dominación colonial (…) No es ninguna ofensa".

“¿Saben qué llegó a decir Gustavo Madero? Dice: ‘Le muerden la mano a quien les quitó el bozal’. Eso no se lo perdonaron, nunca”.

“Otro elemento básico de nuestra política es hacer a un lado, poco a poco, desechar la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función del simple crecimiento económico. Nosotros consideramos que lo fundamental no es lo cuantitativo, sino la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza”.

SIGNIFICADO Y DEBATE

Si aplicáramos el adagio de Sócrates al Presidente (verlo a través de sus palabras), podríamos mencionar numerosos calificativos a su personalidad, tantos como los que alguien diría de nosotros si nos escuchara. Al final, los sentimientos humanos son los mismos (temor, agresividad, provocación, fraternidad y más). No hallaríamos nada destacable si lo definiéramos así.

Pero el método socrático puede servirnos de otra manera. López Obrador es el Jefe del Poder Ejecutivo y nosotros, los ciudadanos de un país con largo historial autoritario. A todos nos interesaría más conocer el talante democrático del hombre más poderoso de México.

Ahora voy a apoyarme en Norberto Bobbio. Para el intelectual italiano, es más importante saber quién gobierna que el sistema en uso. ¿Gobierno de hombres o gobierno de leyes?, se pregunta. Considerando las respuestas de López Obrador sobre los tópicos y debates nacionales, ¿en cuál de estas figuras se ubicaría México?

Para cerrar, traigo a cuento al sociólogo francés Alain Touraine. Él define la idea de democracia sobre la base de prácticas y no sobre modelos rígidos. En ella deben aparecer a) respeto a los derechos fundamentales, b) representatividad de gobernantes y ciudadanía, y c) limitación de poderes.

¿Casan las palabras y posturas del Presidente con este concepto de democracia? A veces, no.

julian.javier.hernandez@gmail.com



JULIÁN J. HERNÁNDEZ ha sido editor y colaborador en periódicos de Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México. Actualmente es asesor en temas de comunicación y copywriting. https://medium.com/@j.j.hernandez

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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