La agenda pública se escapa de las manos de AMLO

Hay un debate servido sobre las verdaderas prioridades de este gobierno. ¿Cuáles son las actividades esenciales mientras pasa la plaga del coronavirus?
04/05/2020

En la lógica de la democracia, la oposición política siempre está despierta a señalar un error o un fracaso del gobierno central. Los ministros solo pueden aclarar o tolerar estos reclamos; deben recordar que ellos llegaron al poder gracias al mismo derecho que ejercen sus rivales: a la libre expresión de las ideas.

En un ambiente crispado por un desastre, es de esperarse una presión aplastante hacia el hombre de mayor investidura, hacia el responsable de la toma de decisiones y de la conducción general del país. Si pudiera, la sociedad sería capaz de meterse por la ventana de su recámara a exigirle soluciones.

Sin embargo, aún en medio de la ansiedad y la frustración, el gobernante debe llamar a la calma y convencer a los ciudadanos de que sabe a dónde va. Necesita retener el control, no por las armas sino por el liderazgo. Y si ya cuenta con una estrategia, la comunicación se hace imprescindible para deshacer el pánico.

Hoy pasan por momentos de pánico España, Estados Unidos, Italia y Brasil, por citar a los más sobresalientes. Los asola la pandemia del Covid-19 pero también los efectos de una crisis económica de proporciones históricas. En cada caso, la gente perderá el empleo, las familias se empobrecerán y el país se endeudará.

Pese a sus esfuerzos, los estadistas europeos y americanos parecen dar palos de ciego ante la dimensión del problema. En redes sociales, se moviliza un pedido de destitución de Pedro Sánchez, el presidente español, mientras crece la desobediencia civil, principalmente entre empresarios, hacia Donald Trump, Giuseppe Conte y Jair Bolsonaro.

Ninguno de los cuatro puede debatir con la realidad o con la necesidad: los ciudadanos están empoderados, al menos en la opinión pública.

Es la oportunidad de los partidos de oposición para trazar la agenda de la vida pública. Se le ha llamado a esto “zopilotear”, por la semejanza entre las aves que devoran los cadáveres y los grupos que atacan al gobierno en momentos de debilidad. No faltan los oportunistas, insinceros y desprestigiados, que buscan trepar al poder en medio de la confusión. Pero las protestas de médicos, comerciantes y trabajadores, encadenados por la necesidad y la mala gestión del gobierno, son legítimas, así como la participación de las organizaciones sociales en la discusión nacional.

De eso se trata la historia, incluso la vida: de cambiar, evolucionar, regenerarse.

Los ojos de Álex Sálmon, periodista catalán, han distinguido correctamente este punto de inflexión en un artículo publicado en La Vanguardia, de Barcelona. Según el analista, los partidos deben reunir a sus expertos para analizar con rigor el discurso de sus antagonistas y rebasarlos. “Ello significaría aprovecharse de los argumentos del adversario para fortalecer lo propio y, casi sin querer, trazar una red transversal de propuestas que pudieran interesar a todos”.

Sálmon se refiere a la realidad española, quebrada hoy por el virus y la crisis, pero en México ha llegado también la ocasión de expresar nuevos planteamientos.

Hay una ruta clara de problemas, hechos y errores gubernamentales sobre el cual puede articularse un discurso útil para una sociedad desesperada.

AL ÁRBOL SE LE CONOCE POR SUS FRUTOS

El primer año de la Cuarta Transformación dejó sorprendidos a muchos ante las expectativas que despertó: el PIB bajó a -0.1 por ciento, y las empresas despidieron a 382 mil 210 personas en diciembre, la cifra más alta en una década. También hubo malos resultados en el plan para recuperar la paz: se cometieron 35 mil 588 homicidios dolosos, un promedio de 97 crímenes diarios.

Aquí, se presenta un punto de partida para formular las primeras propuestas a los ciudadanos: economía, empleo, seguridad.

Pero el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2020 abre amplias avenidas para captar la atención de la sociedad, sobre todo frente al manejo de la pandemia y la crisis que ha dejado sentir sus primeros efectos.

Hay un debate servido sobre las verdaderas prioridades de este gobierno. ¿Cuáles son las actividades esenciales mientras pasa la plaga del coronavirus? Adquirir alimentos y medicinas, en primer lugar. En segundo, la continuidad de sus proyectos de infraestructura: el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles y el Corredor Transísmico. Así lo decretó la Secretaría de Salud en el Diario Oficial de la Federación, por órdenes del Presidente, el pasado 6 de abril.

El enfoque de inversión pública del gobierno no tiene un potencial de desarrollo a largo plazo, sostuvo Juan Carlos Moreno Brid, profesor de la UNAM. Hay que poner en el centro mismo del debate la visión de país que el régimen y sus representantes empiezan a construir, y prevenir a la gente de las consecuencias futuras.

El PEF de 2020 puede dar la pauta para confrontar proyectos. En este año, el sector de Energía recibirá el 58 por ciento del presupuesto de infraestructura. Irónicamente, el gobierno rebajó 3 por ciento la inversión pública en salud (Reforma, 23 de enero).

Otro de los rubros subestimados es el de Ciencia, Tecnología e Innovación, con una quita de 14.9 por ciento en el prepuesto de infraestructura de este año. Sin el capital humano especializado, seguiremos importando bienes e insumos que podrían fabricarse aquí, sobre todo para la atención de las siguientes pandemias.

La aparición del virus Covid-19 ha despertado a los mexicanos de su sueño: no somos un país saludable. ¿Cómo se refleja el interés del Ejecutivo Federal sobre este tema en el gasto público?

En el PEF 2020, el gobierno prácticamente dejó a la salud con los mismos recursos de 2019, con una variación de 0.07 por ciento. El gasto total pasó de 128 mil 740 millones a 128 mil 826 millones de pesos.

Aunque no lo parezca a primera vista, redujo el presupuesto a programas esenciales: 5.5 por ciento a Salud Materna, Sexual y Reproductiva; 0.03 por ciento a prevención del VIH, y 0.03 por ciento a Sobrepeso, Obesidad y diabetes (Centro de Investigación Económica y Presupuestaria).

Hay que agregar a la agenda el plan de austeridad que ha tomado la forma de hachazos al cuerpo mismo de la administración. Recientemente, el 8 de abril, la Secretaría de la Función Pública giró un memorándum a las dependencias para que redujeran 50 por ciento del gasto operativo. De aquí se han estimado algunas repercusiones negativas:

-Se retirarían 22 mil 722 millones de pesos mensuales a servicios generales y gastos de operación de Secretarías y dependencias.

-Se afectaría el pago a proveedores y la eficiencia de las oficinas gubernamentales (México Evalúa).

A continuación, vendrá desempleo, pobreza, inestabilidad, los mismos problemas de crisis pasadas. Y en democracia hay una responsabilidad compartida, no excluyente, para la discusión de soluciones a la quiebra del país.

La gente ya pregunta en las calles sobre lo que sigue. Que las organizaciones, partidos y líderes, preparen sus respuestas.

julian.javier.hernandez@gmail.com



JULIÁN J. HERNÁNDEZ ha sido editor y colaborador en periódicos de Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México. Actualmente es asesor en temas de comunicación y copywriting. https://medium.com/@j.j.hernandez

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