El futuro de nuestro paÃs está pendiendo de muchos condicionales, y si se aprueba la reforma judicial… y si Morena logra la mayorÃa calificada en las Cámaras… y si se logra reducir el déficit fiscal… y si el nearshoring funciona… y si YSQ no se va a su rancho…
En fin que pareciera que salvo el triunfo y futura presidencia de Claudia Sheinbaum casi todo el resto de las situaciones que pudieran impactar positiva o negativamente en el futuro del paÃs no existe algo cierto o por lo menos claro.
Estas situaciones no son buenas para el paÃs, tener tantas condicionales en tan poco tiempo no augura nada positivo para México, menos si el gran condicionante se llega a presentar: y si gana Donald Trump…
Porque al parecer las condiciones para que el paÃs crezca económicamente requieren de una mezcla de factores internos y externos. De los primeros nos referimos a confianza y certeza jurÃdicas para las empresas que se instalan en el paÃs, energÃa y agua suficientes para que estas cuenten con suministros confiables para establecer sus plantas y planes de producción, además de capital humano preparado para desenvolverse en un entorno como el que reclaman hoy las grandes empresas.
Por lo que respecta a las condiciones externas, se supone que la creación de bloques económicos como el de Norteamérica, posibilita que nuestro paÃs reciba una serie de inversiones que impulsen el crecimiento interno, sin embargo, el proteccionismo que está promoviendo Trump hace que muchas empresas duden en continuar con sus planes de inversión en el paÃs.
Nada menos Tesla acaba de pausar la inversión que tendrÃa en Nuevo León, aduciendo que si llega Trump a la presidencia, a quien el magnate apoya, no tendrÃa caso invertir en México. Por cierto hay quienes han señalado que esta postura entraña una contradicción, sin caer en cuenta que el posible mensaje oculto tras la declaración puede ser que le será más económico invertir en EU durante la presidencia de Trump, que hacerlo aquÃ.
Cuando el futuro de un paÃs como el nuestro depende de tantas condicionales quizá sea momento de ponernos a reflexionar, y actuar, para que lo que viene no se transforme en una catástrofe como la sucedida en Brasil o Argentina ante la baja de inversiones y transacciones comerciales con China cuando este paÃs entró en un periodo de menor crecimiento.
Allá, la crisis económica se transformó en social cuando ya no hubo dinero para continuar con proyectos económicos y sociales que hacÃan populares a sus gobiernos, aquÃ, esperemos que no, un rompimiento en el T-MEC pudiera tener las mismas consecuencias.
Al final, en Brasil todavÃa es fecha que no se logra estabilizar el paÃs, en tanto que Argentina, salvo en futbol, viven todavÃa en medio de la vorágine.