Ofrecer asilo político a Julián Assange no fue una ocurrencia de López Obrador, sino parte de su estrategia para establecer una relación con EUA en cuanto cambie de presidente.
Al menos así me lo parece e intentaré explicar el por qué de mi punto de vista.
AMLO está “estirando la liga” hasta ver dónde se puede romper, porque, al final de cuentas, considera que EUA no debe tener injerencia en la política mexicana, prefiere tener tratos con China que con nuestro vecino del norte.
El presidente cree, desde mi punto de vista erróneamente, que EUA ya declinó en su posición mundial, lo cual puede ser cierto en el mediano o largo plazo, pero no ahora, y por ello busca repetir el “éxito” que tuvieron países como Argentina o Brasil, los cuales crecieron artificialmente durante los mandatos de Lula y Fernández de Kirchner gracias a la venta de materias primas a ese país.
AMLO desea ese éxito, aunque sea momentáneo, para extender su mandato, así sea por interpósita persona, quiere mostrar que el neoliberalismo va en declive y que el capitalismo chino es el nuevo camino.
No es una estrategia novedosa, Peña Nieto lo intento tímidamente hasta que le explotaron en la cara los casos de Ayotzinapa y la Casa Blanca y dio un paso atrás en los casos como el del tren México-Querétaro.
Andrés Manuel considera que EUA no se atreverá a una intervención directa en nuestro país, como no lo ha hecho en Venezuela, de ahí que, mientras distrae la atención con sus “ocurrencias” está abriendo de a poco la puerta a las inversiones chinas y cerrándolas a las norteamericanas y europeas.
No es casual que Marcelo Ebrard haya agradecido a la potencia asiática por su apoyo durante la pandemia, apoyo que, por cierto, no fue gratuito, pero los guiños políticos son la especialidad de la casa en este sexenio.
Así pues, creo que no debemos engañarnos pensando en que las salidas de tono de AMLO son simples “ocurrencias”, la realidad es que no lo son, pero las utiliza como un mago usa a su ayudante, quien distrae al espectador haciendo que este se enfoque en un punto determinado, mientras aquél realiza el truco.
En otras palabras, mediante esas ocurrencias llama la atención sobre temas que no le importa cómo se manejen en la prensa o en la opinión pública, porque él marca la agenda y mientras todos la siguen, trabaja en lo que realmente le importa.
Andrés Manuel está tejiendo una alianza con China como parte de su proyecto de largo plazo y tensando las relaciones con Estados Unidos. De eso no tengo duda. De lo que sí tengo duda es si su proyecto será exitoso y de cómo reaccionará EUA ante esta situación.
Por eso se llevaba tan bien con Trump, porque este no es un político profesional y las loas que le lanzaba AMLO, el cultivo de su ego, hacía que no prestara atención a la realidad. Biden es un político de carrera y las cosas pueden ser muy distintas.