Luego del caso de Watergate, se popularizó la frase, “sigan el dinero”, en Francia se dice “Cherchez la femme”, busca la mujer, ambas se refieren a las causas de un determinado hecho, en México diríamos ¿a quién beneficia?
Y la frase viene al caso por la forma en que Andrés está enfrentando a Xóchitl, hay quienes dicen que está apanicado, otros sugieren que ha perdido su toque, su olfato político y algunos hay que hasta consideran que está pensando en que lleva perdidas las elecciones, la teoría del arroz cocido (Aguilar Camín dixit), pero al revés.
Quisiera poner en la mesa una posibilidad que, espero no sea tan probable como desde mi punto de vista parece. Andrés está atacando a Xóchitl conscientemente, a sabiendas de que la hace crecer con sus ataques, es una forma de acelerar la polarización y de generar un cierre de filas entre sus seguidores pero, además, es una forma de controlar a sus propias corcholatas y de abrirse él, en lo personal, una puerta que parecía cerrada.
Andrés se ha caracterizado por decir una cosa y hacer otra, su discurso va en sentido contrario al que siguen sus hechos. Ha insistido que una vez concluido su periodo presidencial se retirará a su rancho “La chingada”, si seguimos la regla de que hace lo contrario de lo que dice, pues lo más seguro es que intentará quedarse en el poder, sea directamente en la presidencia o a través de un Maximato.
En días pasados se hizo correr en redes sociales un video en el cual se habla de que “la oposición” optará por la violencia, se maneja la posibilidad de un golpe de estado, ello cuando el poder lo tiene precisamente el presidente y en todo caso la violencia y el golpe de estado lo puede realizar él, como atinadamente lo dice Salvador García Soto.
Y es aquí, en este punto donde cobra sentido, insisto desde mi perspectiva, la estrategia que “atacar” a Xóchitl.
No es que el presidente haya perdido el toque, el olfato político, sino que le conviene en lo personal que Xóchitl crezca, ya que de otra forma, cualquiera de sus corcholatas tendría un día de campo en la elección de 2024.
Ojo, no digo que Xóchitl esté de acuerdo, creo que el presidente cuenta precisamente con el hecho de que la senadora reaccionará espontáneamente, debido a que ella no es parte de la estrategia, al menos no de forma consciente.
Si Xóchitl crece, o al menos lo hace en lo mediático, en las redes, aunque no necesariamente en estructura político-electoral, el presidente enfrentará una elección que le podría permitir optar por el “necesariato”.
Pongamos por caso que se presentara el escenario en el cual Xóchitl ganara por una diferencia mínima, una reedición de 2006, ¿qué haría Andrés?, ¿entregar el poder de manera pacífica?
Si ni siquiera cumple con los mandatos judiciales, ya que considera que su percepción de lo que es justo o no está por encima de lo legal, ¿cómo se imagina usted que Andrés reaccionaría ante un eventual triunfo de la oposición por escaso margen?
Espero que las probabilidades de que esto suceda sean bajas, sin embargo, quise ponerlo por escrito, solo por no dejar, no vaya a ser que el próximo año nos enteremos con sorpresa de que el asalto al Capitolio impulsado por Trump, haya sido una triste caricatura de lo que puede suceder en México.
Ojalá no.