Desde que el ejército se hace cargo de la seguridad pública, trajeron consigo las masacres, al igual que sucedía en los sexenios de Calderón y Peña Nieto.
Apenas el fin de semana, en Laredo, Tamaulipas, el ejército asesinó a 5 jóvenes desarmados, los masacró a sangre fría, pues las autopsias a los cuerpos de los jóvenes dan cuenta de la muerte despiadada y a sangre fría de la que fueron víctimas por parte de elementos del ejército.
Un cuerpo con 12 heridas de bala y la cabeza destruida, otro con 10 y la espalda y las piernas hechas pedazos, otro con un único tiro en la sien… es la historia que cuentan 5 cadáveres y dos testigos que, por un milagro, lograron salir con vida, uno prácticamente ileso y otro que se encuentra en estado de coma.
“Cuando ya salí de la camioneta, escuché que los militares decían, ’¡mátenlo, mátenlo!’ Me pusieron pecho a tierra. Luego aún escuché dos disparos más, y ya al rato vi a mi hermano tirado en el piso”. El verdadero terror, pues ¿Quién te salva de quien supuestamente está ahí para protegerte?
Según el informe de un capitán de caballería, sus hombres dispararon sin que él lo autorizara y pidió que parasen enseguida, vía radio.
Ni el oficial ni la Sedena han dado detalles de los disparos, pero las necropsias sugieren posiciones múltiples de los soldados: los cuerpos presentan heridas de proyectil, de frente, de espaldas y de lateral.
Si eso no es una masacre, entonces de verdad no sé qué esperan.
La gente salió a las calles, hay que retomar el tema precisamente cuando el gobierno metió su plan B ya publicado en el Diario Oficial de la Federación.
La llamada marcha rosa en defensa del INE, convocada por la oposición tuvo éxito sin duda.
Le llenaron el Zócalo al tirano y ahora dice que les faltan otras 60 veces y que marcha pro García Luna y demás joyitas de nuestro gran estadista que confirma su temple de bebé llorón, no soportó ver a los que desprecia, hacer mejor las cosas que él.
La marcha fue un éxito y logró todo lo que no ha podido hacer el partido que ahora es gobierno, juntar a la sociedad, unirlos en una causa.
Curioso es que el único que más raja le saca raja a los aciertos de la oposición es López, pero también se nota el desgaste, ya es evidente.
Quién existe hoy para unir a estos mexicanos que ya están cansados de ser vituperados, golpeados, ridiculizados, señalados... por el propio presidente!
Y no solo fue en la ciudad de México, en más de 100 ciudades, en mayor o menor medida, los ciudadanos salieron a la calle por voluntad, no por alguna migaja con las que López quiere tener cada día más pobres, pues ya ven que los quiere tanto, que quiere más. Eso es de lo único que ha hecho bien este circo guinda que hoy gobierna.
Decenas de miles se manifestaron por ejemplo en el zócalo de la Ciudad de México se concentraron 120 mil personas, y en las plazas de las otras ciudades se reunieron 400 mil personas, dicen los organizadores.
Había que llamar también la atención del mundo, que pusieran los ojos en lo que está haciendo aquí, como si fuéramos un país sometido por el autoritarismo... (¡Ah Caray! Diría Quico)
Eso da para mandar a López ida y vuelta 40 o 50 veces a Palenque, de acuerdo con sus propias barbaridades que suelta todos los días.
“Sale el pueblo a la calle, cientos, miles, millones y en mi caso a la primera manifestación de 100 mil y que yo vea que las encuestas ya no tengo apoyo, a Palenque, Chiapas, ni siquiera espero la revocación de mandato, ahí nos vemos, porque tengo principios, porque tengo ideales”.
Esos son los ideales, la moral, los principios de quien hoy gobierna.
¿Le creen que no haya masacres? ¿Creen que es un demócrata?, ¿Creen media palabra de lo que dice?
Obviamente no, pero duele ver que, sin embargo hay gente que por dádiva o convicción festeje y crea todas las mentiras que habla este señor.
El Plan B, ya está publicado, ahora la Corte tiene la última palabra, una Corte que es atacada también por el Presidente, defendiendo solamente a la única delincuente comprobada que trae arrastrando la toga, a su ministra Xerox favorita.
Sin embargo a los ciudadanos todavía nos queda la instancia del poder judicial para detener este asalto a la democracia perpetrado por López, este regreso al oscurantismo electoral, del viejo PRI y del nuevo MORENA.
Si la marcha rosa no es símbolo de que la mayoría de los mexicanos ya estamos cansados de López, entonces no sé que esperan.
Y lo más importante, ¿quién va a tener los tamaños para unir a esa diversidad rosa en un proyecto de gobierno?, ¿quién va a tomar el toro y de verdad dar espacio a todas esas voces que acudieron a llenar el zócalo?.
Mientras tanto, la siguiente batalla, es en la Corte y allá veremos si el poder judicial se dobla ante el tirano o da la bendita justicia que este país necesita.
Tiempo al tiempo.