Se dice que una polÃtica es acomodaticia cuando el banco central se “acomoda†a las expectativas del mercado. AsÃ, al ver los datos duros de Estados Unidos no queda más que pensar que la Fed realizó un movimiento acomodaticio debido a: 1) la exigencia del mercado, 2) las presiones polÃticas de Trump, o 2) un problema de liquidez en el mercado financiero de Estados Unidos.
La semana pasada la tasa de interés overnight cobrada en los contratos de recompra (repurchase agreements, o repos) llegó hasta 10%, cuando una semana antes se ubicaban cerca de un 2%. Las repos son operaciones usadas por los bancos para pedir prestado a muy corto plazo, dejando como “colateral†un activo (por ejemplo bonos del Tesoro) con el compromiso de “recomprarlo†en el futuro a un precio ligeramente mayor, resultando de este markup la tasa de interés. Estas operaciones resultan útiles para cumplir con los requisitos de reserva que exige la Fed, e incluso algunas instituciones financieras e inversionistas, dependen de ellas para financiar sus operaciones diarias.
No existe duda de que el incremento observado en la tasa de interés de las repos implica que algunas instituciones financieras se encontraban en necesidad urgente de liquidez. Esto pudo haber sido resultado de factores que coincidieron accidentalmente, o de un problema subyacente mayor. Los factores coincidentes son: 1) el pago trimestral de impuestos, 2) el cobro de 78 mil millones de dólares que colocó el Gobierno de EU en Treasury bills la semana anterior y 3) un feriado en Japón.
Aunque estos eventos por sà solos no son suficientes para provocar una reacción como la observada, al darse de manera simultánea pudieron haber ocasionado escasez en fondos para financiamiento de corto plazo. Ante este escenario, la Fed de NY tuvo que realizar inyecciones de liquidez y como se desconoce si fueron eventos coincidentes, ante los cuales la Fed de NY se tardó en reaccionar, o si existe un problema subyacente mayor, se activó la alarma de una posible crisis en EU. Con esto, la incertidumbre y la falta de confianza toman un rol relevante en la polÃtica monetaria de la Fed.
En México la tasa de interés objetivo está en un nivel de 8%, con una tasa real ligeramente debajo de 5%. Aun y cuando el crédito no se ha visto afectado directamente por el endurecimiento monetario, tampoco lo favorece. En un entorno de desaceleración una tasa de interés real alta como la que tiene México desincentiva aún más a la inversión provocando que el crecimiento económico se inhiba en el largo plazo. Para Banxico el objetivo único es la inflación estable alrededor de 3% y al último dato disponible la inflación en México se ubica cerca del objetivo.
En México la economÃa está muy desacelerada, el gobierno mantiene un subejercicio del gasto, el peso se ha apreciado y no se han dado choques de oferta (aun y cuando el precio del petróleo ha subido se encuentra debajo de su nivel máximo del año). De esta manera no existen elementos que pudieran disparar la inflación, con lo que se tienen las condiciones adecuadas para un recorte en la tasa de interés. Probablemente por eso el mercado asigna un 70% de probabilidad al recorte.
Si Banxico decidiera recortar la tasa el 26 de septiembre la puerta a otro recorte más este año seguirÃa abierta (si continúan las condiciones antes mencionadas), asà como a un par de recortes más el siguiente año, sobre todo si la Fed vuelve a recortar su tasa de interés.