Medir la felicidad

13/12/2019

A partir de la crisis econ贸mica mundial de 1930, los pa铆ses se autoimpusieron un sistema de medici贸n de desarrollo como 煤nica herramienta para conocer sus 铆ndices de crecimiento y los factores que influyen en ellos. Se trata del Producto Interno Bruto (PIB), hoy cuestionado por muchos gobiernos que buscan alternativas para guiar sus acciones.

Quienes critican al PIB como 煤nico par谩metro en la toma de decisiones consideran que esta m茅trica no coincide con los modelos actuales. Recordemos que el PIB resulta de la suma del valor de bienes, inversiones y servicios en una naci贸n o regi贸n, sin tomar en cuenta otros aspectos de vital importancia para el desarrollo personal de los individuos.

En 2009, a solicitud del entonces Presidente franc茅s Nicol谩s Sarkozy, los economistas Joseph Stiglitz, Amartya Sen y Jean-Paul Fitoussi elaboraron una serie de recomendaciones para perfeccionar las herramientas de medici贸n de crecimiento, establecer los l铆mites del PIB y proponer nuevos esquemas en la materia que incluyan un concepto hasta hoy poco utilizado, que es el bienestar de la poblaci贸n.

Los expertos en esta 煤ltima materia advierten que el desarrollo de una naci贸n podr铆a estar ligada al 谩nimo de sus ciudadanos y ello depende del crecimiento personal, la motivaci贸n, la seguridad f铆sica y econ贸mica, la pr谩ctica del deporte, la educaci贸n, una alimentaci贸n sana, la biodiversidad, su riqueza culinaria y su patrimonio, entre otros.

El mundo no dispone en la actualidad de un sistema de medici贸n del bienestar y la felicidad. La primera experiencia de la que se tiene conocimiento se remonta a 1972, cuando el reino de But谩n determin贸 no considerar el PIB como su criterio 煤nico y principal para cuantificar sus niveles de desarrollo. Esa naci贸n se enfoc贸 en un nuevo elemento que es la Felicidad Nacional Bruta (FNB), un sistema que se basa en la salud, la educaci贸n, la diversidad ecol贸gica, el buen gobierno y el uso del tiempo.

Al igual que otras naciones, M茅xico carece de un conjunto unificado de m茅tricas que le permitan calcular los 铆ndices de felicidad de sus ciudadanos. M谩s all谩 de la imagen informal que este instrumento podr铆a tener -los economistas son hasta hoy esc茅pticos-, la elaboraci贸n de criterios y esquemas propios, basados en experiencias internacionales, otorgar铆a a nuestro pa铆s la posibilidad de contar con elementos renovados para redirigir sus pol铆ticas de desarrollo econ贸mico y social.

Uno de los esfuerzos m谩s avanzados en este 谩mbito lo encabeza la ONU, que a帽o con a帽o publica el 脥ndice Global de Felicidad, en el que nuestro pa铆s ocupa, en el m谩s reciente dato, el lugar n煤mero 23. Sin embargo, no se trata de una carrera por ocupar el mejor espacio, sino que dichas m茅tricas tengan una incidencia en las pol铆ticas p煤blicas de los pa铆ses, cosa que, hasta hoy, no sucede.

SEGUNDO TERCIO. Qu茅 mejor que la diplomacia para recoger los esquemas que actualmente existen en el mundo en materia de medici贸n de felicidad para traerlos a nuestro pa铆s.

TERCER TERCIO. Fortalecida, la asociaci贸n Tauromaquia Mexicana reuni贸 ayer a sus representantes nacionales para reiterar su compromiso con la difusi贸n y defensa de la fiesta brava, una actividad que genera una derrama econ贸mica anual de 6,900 millones de pesos.



EDUARDO DEL R脥O es periodista. Diplom谩tico por m谩s de una d茅cada. Ex servidor p煤blico. Consultor en comunicaci贸n.

Las expresiones aqu铆 vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opini贸n y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

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