Todo apunta a que algo que habrÃa sido una buena ocurrencia para el dÃa de los inocentes, esta semana será una realidad que, sin duda, pondrá a nuestro creativo Presidente a la cabeza de la historia de las ocurrencias: Rifar el avión presidencial.
Dejando de lado si es o no algo sensato, hagamos algunas cuentas.
Como en todas las ideas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, él tiene otros datos; en estos, no se incluyen todos los costos directos y menos los efectos colaterales.
Primer gasto: el diseño, la impresión y la distribución de los boletos los asumirá la LoterÃa Nacional, es decir, se desviarán recursos o habrá una contraprestación de Banobras (dueño del avión) hacia el organismo.
Segundo gasto: De entrada, AMLO asume que la rifa serÃa un éxito total, algo que por el nivel del precio de cada cachito y el número de boletos se ve complicado, aunque no imposible.
Para obtener éxito en la empresa de vender todos los boletos en condiciones normales, se deberÃan destinar enormes recursos a la publicidad, pero no importa: será gratis, en sus concurridas mañaneras hará promoción un dÃa sà y otro también, los medios serán rehenes y le darán la publicidad gratuita.
El costo de publicidad será cero para Banobras (dueño del avión) ya que no le pagará ni al gobierno ni a AMLO por el tiempo destinado por el Ejecutivo para la campaña publicitaria.
Asunto resuelto, costo de publicidad cero, para eso se le paga un salario al Presidente: para andar de "billetero".
Si logra el primer cometido de vender todos los boletos, la “coperacha†para pagar el avión tendrÃa 3 mil millones de pesos libres de costos de publicidad, diseño del boleto, impresión y distribución.
La LoterÃa Nacional venderÃa la tercera parte de los boletos, el equivalente a mil millones de pesos; por contrato, les debe de pagar 10 por ciento a todos los billeteros, esa es la comisión que se paga en cualquier tipo de sorteo. Cien millones menos, quedan 2 mil 900 millones de pesos.
¿SERÃN DEDUCIBLES LOS "CACHITOS"?
Los otros 2 mil millones de pesos se les venderÃan a las empresas para sus empleados, parecerÃa que aquà no habrÃa ningún costo aunque de entrada alguien tendrÃa que encargarse de entregarlos y cobrar, pero por desgracia esa será una de las tantas cosas que nunca se sabrán del actual Gobierno, pese a su transparencia.
Pero más allá de eso, me surgió la pregunta si esta "inversión" de 2 mil millones de pesos la van a absorber los empresarios o habrá la posibilidad de deducir fiscalmente el gasto.
Consulté a dos prestigiados fiscalistas sobre la deducibilidad que podrÃan hacer las empresas de los cachitos que compren para sus empleados y me dieron dos versiones completamente contrastantes.
"No es un donativo en ningún caso. Puesto que se puede obtener algo a cambio. Es deducible siempre y cuando se compren para todos los empleados, es decir, sea general el gasto", ésta fue la respuesta del que ha visto temas fiscales y laborales en su actividad profesional.
El otro fue contundente: "No los pueden meter a sus gastos fiscales por no ser indispensables para el desarrollo de su actividad".
No quise meterme en mas detalles sobre la deducibilidad de la aportación a la “coperacha†para el avión, pero si la rifa es el 3 de mayo y en esos dÃas se celebran el DÃa del Niño y el DÃa de las Madres, si a las empresas les da por rifar en sus festejos los boletos de las rifas, ¿serÃan deducibles?
Para no quedar mal con ninguno de los dos, y asumiendo que sin lugar a dudas van a buscar hacer deducible el gasto, consideraré como costo que sólo la mitad 1 mil millones de pesos acaban siendo deducibles para las empresas.
Por esta razón, Hacienda dejarÃa de recibir el 34 por ciento de estos recursos por la vÃa del ISR, algo asà como 340 millones de pesos. ¡Ah!, no es un costo para Banobras, sino para el Gobierno que recaudará menos impuestos.
Banobras sigue con sus 2 mil 900 millones de pesos. Y el Gobierno con 340 millones menos, debidamente contabilizados en su recaudación.
EL DÃA DE LA RIFA
Llega el 3 de mayo y es un éxito la “coperachaâ€. Primero hay que cancelar el arrendamiento, que de acuerdo a lo dicho por Jorge Mendoza Sánchez, director de Banobras, en la mañanera del 14 de enero, "todavÃa existe un remanente de pago de 2 mil 724 millones de pesos".
De ese dÃa al 3 de mayo pasaran 110 dÃas que tendrán un costo financiero, siendo conservadores tomemos la tasa de los Cetes actual que es cercana al 7 por ciento anual, en el periodo serÃa aproximada al 2.1 por ciento.
Entonces la cancelación del arrendamiento serÃa de 2 mil 724 millones de pesos más 57.2 millones de intereses hasta el 3 de mayo.
Banobras se cobrarÃa 2 mil 781 millones de pesos por el avión. De los 121 millones de pesos restantes, Presidencia de la República tendrÃa que dejar 60 millones para el mantenimiento de dos años que ofreció el promotor de la rifa al feliz ganador.
Quedan 61 millones de pesos, pero falta pagar el ISR del premio a Hacienda, que al menos es del 1%, y habrá que ver de qué estado es el ganador por si hay un impuesto local.
Entonces, el valor del premio es de 2 mil 841 millones de pesos, incluyendo avión y mantenimiento, sobre el que se cobrarÃa al menos 1 por ciento.
Asumiendo que el premio prometido es libre de impuestos, estos serÃan cubiertos con los 61 millones que aun habrÃa en caja, al quitarles los 28.4 millones, la ganancia neta será de 32.6 millones.
En otras palabras, de venderse todos los boletos por 3 mil millones de pesos quedarÃan 28.4 millones para "la cooperación para la salud de los más pobres" y el resto serÃa para la “coperacha†del avión.
Y a Hacienda le entrarÃan estos 28.4 millones de pesos, pero con el riesgo de no recibir 340 millones de ISR si los empresarios se aplican con los fiscalistas.
Por lo pronto, AMLO pasarÃa a la historia como el primer lÃder de una nación en rifar el avión presidencial entre sus súbditos, perdón, gobernados.
En conclusión, calculando costos y beneficios, ¿vale la pena hacer realidad la ocurrencia de rifar el avión presidencial para que al final quede tan poca ganancia? ¿O alguien tiene otros datos?
¡Hasta la próxima semana!