Startups: la nueva industria del orgullo regio

Carlos Peña

ENROQUE FINANCIERO
El ecosistema en Nuevo León permite que pymes con capacidad de innovación den el salto a startups escalables y se conviertan en proveedores estratégicos de cadenas de valor que están llegando al norte del país gracias al nearshoring.

19/08/2025

La cultura emprendedora no es un eslogan: es la infraestructura invisible de la economía. En México, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representan más del 99.8% de las unidades económicas.

Son millones de negocios que sostienen la vida diaria del país, desde la tiendita de barrio hasta el taller que provee a la manufactura de exportación.

Pero los datos muestran un ecosistema frágil: entre 2019 y 2023 nacieron 1.7 millones de mipymes y cerraron 1.4 millones, lo que refleja un dinamismo intenso, pero también una vulnerabilidad estructural por falta de financiamiento, informalidad y baja productividad promedio.

En empleo y producción, las cifras son contundentes: las mipymes generan alrededor del 68% del empleo formal nacional y aportan 42–50% del PIB, según distintas fuentes oficiales. Este peso convierte a las mipymes en el verdadero motor social y económico: si ellas crecen, México crece; si ellas se estancan, el país entero resiente el freno.

El caso de Nuevo León ejemplifica la fuerza de la cultura emprendedora regional. Según los Censos Económicos 2024, el estado cuenta con 179,542 unidades económicas, base de clústeres de manufactura avanzada, comercio y servicios. En 2023, el PIB estatal creció 3.4%, consolidándose como una de las mayores aportaciones al PIB nacional.

A esto se suma un dato crucial: Nuevo León cerró 2024 con la tasa de informalidad más baja del país (-33%), un factor que lo diferencia del promedio nacional y lo convierte en referente de productividad y atracción de inversión.

Pero la nueva frontera no son solo las pymes tradicionales: es la innovación startup. México ha construido en dos décadas una industria de capital emprendedor con más de US$71 mil millones comprometidos, que ha impulsado sectores como fintech, logística y salud digital.

Este ecosistema permite que pymes con capacidad de innovación den el salto a startups escalables, integren tecnología propia, conquisten clientes globales y se conviertan en proveedores estratégicos de cadenas de valor que están llegando al norte del país gracias al nearshoring.

El futuro depende de tres palancas: (1) financiamiento accesible para que las pymes puedan innovar y digitalizarse; (2) formalidad como plataforma de productividad, siguiendo el ejemplo neoleonés; y (3) vinculación con capital emprendedor y grandes compradores para que startups locales conquisten el mercado global.

Si México logra consolidar estas tres piezas, la cultura emprendedora no solo será discurso: se transformará en una máquina de crecimiento inclusivo, capaz de generar empleos formales, valor agregado y startups nacidas en barrios y parques industriales mexicanos que compitan y ganen en el mundo.

Un startup no es solo una empresa: es un sueño que se atreve a nacer. En Nuevo León, tierra de trabajo y visión, esos sueños encuentran fuerza para crecer.

Aquí cada idea se convierte en reto, cada fracaso en aprendizaje y cada paso en inspiración. Porque en estas montañas no solo se levantan industrias: se levantan futuros que pueden transformar al mundo.

carlos@openmx.online



CARLOS PEÑA SALAS cuenta con Maestría en Administración Financiera, es Director General de OPEN, Asesor Financiero, Coach PNL y conferencista.

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

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