En estos días de celebraciones religiosas tomo la oportunidad para revisar las encuestas sobre indicadores de religiosidad en México. Uno de ellos es el porcentaje de la población que dice asistir a servicios religiosos una vez a la semana o con mayor regularidad.
Como ya habíamos reportado anteriormente en este espacio, en los inicios de la pandemia el porcentaje de mexicanos que asistía a iglesias y templos oscilaba el 40 por ciento, poco más o poco menos. Eso fue a mediados de 2020. En mayo de ese año, por ejemplo, el 45 por ciento de entrevistados reportó asistir a servicios religiosos por lo menos una vez a la semana.
Para la primera mitad de 2021, y en buena medida debido a los cierres por la pandemia, la proporción de mexicanos que dijo asistir a servicios religiosos bajó hasta 21 por ciento. Eso no significaba asistir físicamente, ya que muchos templos fueron cerrados, pero sí de manera virtual. Varias iglesias adaptaron sus servicios en canales como Facebook live, por ejemplo.
Para 2022 el porcentaje de asistencia religiosa había recuperado terreno, registrando entre 30 y 31 por ciento a mediados de año. Pero el pasado marzo, la pregunta de encuesta arrojó nuevamente un porcentaje más bajo, de 26 por ciento. No está actualmente ese nivel mucho más alto que en el peor momento de la pandemia.
Eso no quiere decir que la religiosidad entre las y los mexicanos sea menor, ya que ésta comprende varias facetas, hábitos y tradiciones. Pero por lo menos en lo que se refiere a la asistencia frecuente a la iglesia, la sociedad mexicana no ha subido significativamente los niveles que se observaron durante la pandemia.
Hace poco reportamos aquí que 51 por ciento de mexicanos dijo haber asistido a la iglesia el miércoles de ceniza, lo cual es un porcentaje bastante alto si se le compara con la asistencia regular a las iglesias. Pero esa es la diferencia, asistir en días especiales, como hoy viernes santo o este domingo de resurrección, y asistir de manera regular, como mide el indicador que hoy comentamos.
El perfil de quienes más asisten a la iglesia con regularidad es muy claro, según las encuestas: mexicanos de mayor edad y principalmente mujeres.
Entre 2019 y 2022, la brecha de edad en asistencia a servicios religiosos fue de 21 puntos porcentuales. Entre los mexicanos mayores de 50 años, la asistencia a las iglesias promedió 42 por ciento en los cuatro años mencionados, mientras que entre los mexicanos de entre 18 y 29 años fue de 21 por ciento. En otras palabras, por cada joven que asistió a las iglesias y templos hubo dos personas mayores. Una razón de 2 a 1.
Pero, en marzo de 2023, la encuesta más reciente indica que las proporciones de asistencia frecuente a las iglesias y templos fueron muy diferentes: entre las personas mayores de 50 años, el 48 por ciento dijo asistir por lo menos una vez a la semana a servicios religiosos. En contraste, entre las personas entre 18 y 29 años apenas el 10 por ciento va a las iglesias con esa misma frecuencia. Una razón de 5 a 1.
Por lo visto, entre las personas mayores la asistencia a iglesias subió ligeramente, pero entre la población joven bajó a la mitad.
Por otro lado, la brecha de género en asistencia a iglesias entre 2019 y 2022 promedió 10 puntos: el 36 por ciento de las mujeres dijo asistir a servicios religiosos por lo menos una vez a la semana, frente al 26 por ciento de los hombres.
Pero la brecha bajó a tan sólo 5 puntos en marzo de 2023, principalmente por una caída más marcada entre las mujeres que asisten a las iglesias: 29 por ciento de ellas dijo asistir con regularidad (por lo menos una vez a la semana) frente al 24 por ciento de los hombres.
Quizás hoy o a lo largo de esta Semana Santa asistan más personas a las iglesias y templos del país, pero las encuestas nos muestran que la asistencia regular a servicios religiosos, luego de una leve recuperación postpandemia, está apenas por arriba de los peores niveles registrados en la pandemia. No hay un regreso a los templos muy notable.
Habrá qué ver cómo las iglesias y su personal responden a esta menor demanda.