A lo largo de los a帽os, desde la profesi贸n de las encuestas he visto varios patrones de conducta en forma repetitiva. Por ejemplo, cuando los resultados de una encuesta no favorecen, se les descalifica. Cuando s铆 favorecen, se enaltecen.
El uso propagand铆stico de resultados de encuestas ha sido una constante. Y las tentaciones regulatorias son esperables cuando algunos actores pol铆ticos ven que ese uso les perjudica.
La regulaci贸n de encuestas en el pa铆s, prevista en la ley electoral desde los a帽os 90 con diversas modificaciones, ha tenido un cierto equilibro: se requiere la entrega de un informe metodol贸gico al INE, quien es responsable de la publicaci贸n de resultados de encuestas y sondeos de opini贸n, acompa帽ado de facturas o documentos que acrediten el patrocinio u origen de los recursos destinados.
El informe requiere que se reporte una serie de aspectos con base en el listado de criterios cient铆ficos y de transparencia m铆nima, los cuales da a conocer la propia autoridad electoral, pero que hasta ahora han sido elaborados en colaboraci贸n con el gremio y la profesi贸n encuestadora del pa铆s, o parte de 茅sta.
Entre los elementos de transparencia se requiere aclarar qui茅n hizo y qui茅n patrocin贸 el estudio, qu茅 metodolog铆a de selecci贸n o muestreo se emple贸; en qu茅 fechas se realizaron las entrevistas; qu茅 tipos de entrevistas se llevaron a cabo, ya sea personales, por tel茅fono o alguna otra modalidad; qu茅 niveles de confianza y margen de error se estiman para los resultados; si se emplearon ponderadores y con qu茅 criterios, as铆 como estimaciones o modelos de votantes probables.
La lista podr铆a continuar, pero debo decir que todos esos criterios de m铆nima transparencia est谩n avalados por los c贸digos de 茅tica profesional de organizaciones internacionales como AAPOR y WAPOR, asociaciones de investigadores de opini贸n p煤blica.
La regulaci贸n en M茅xico tambi茅n solicita la base de datos a la organizaci贸n responsable para su acceso p煤blico, as铆 como el de otros documentos relevantes en torno al estudio. El INE suele reportar al p煤blico el grado de cumplimiento de las diversas organizaciones que publican encuestas y aplicar sanciones a quienes no cumplen con la regulaci贸n.
Hay que ser muy enf谩tico en esto 煤ltimo: la regulaci贸n aborda la publicaci贸n de resultados de encuestas sobre intenci贸n de voto o preferencias electorales, no la realizaci贸n de sondeos como tal ni la publicaci贸n de resultados sobre otras tem谩ticas.
Los medios lo hacen, pero si un actor privado desea llevar a cabo un estudio el d铆a de las elecciones, los llamados exit polls o encuestas de salida, que pueden resultar de mucho inter茅s y utilidad para la investigaci贸n acad茅mica, se debe registrar y obtener una acreditaci贸n de parte del INE. Ya hay, en ese sentido, un registro de las casas encuestadoras y de las organizaciones de investigaci贸n.
Habr谩 que ver en qu茅 consiste la nueva propuesta de regulaci贸n de encuestas, si prospera, pero al escuchar a la legisladora que lo coment贸 en el Pleno de la c谩mara, parece que la idea es regular para evitar el uso propagand铆stico, pero sin saber bien a bien qu茅 y c贸mo regularlo.
Las metodolog铆as son cambiantes, y ninguna autoridad tiene la certeza de qu茅 debe o no emplearse. La transparencia ha sido efectiva en general, excepto en el rubro del patrocinio, me parece. Y el uso propagand铆stico de encuestas no es un problema a regular en las encuestas, es una conducta pol铆tica que existe hoy, y ha existido antes y muy probablemente existir谩 despu茅s.
鈥淓s necesario que se regule a las casas encuestadoras鈥, comentaba la legisladora. 鈥淗oy no son la herramienta que eran antes. Hoy se usan como herramienta propagand铆stica, pagadas a modo鈥, continuaba.
Pues no. Hoy hay una regulaci贸n y la conducta pol铆tica de utilizarlas como propaganda siempre la ha habido.
En mi opini贸n profesional, debemos seguir procurando la transparencia, no la sobrerregulaci贸n. Debemos seguir procurando las buenas pr谩cticas, no las restricciones a la libertad de expresi贸n e informaci贸n ciudadana. Debemos procurar la entrada de nuevos y promisorios jugadores de la demoscop铆a, la nueva camada de j贸venes que reemplazar谩n a los profesionales de ayer y hoy. Debemos valorar el cambio tecnol贸gico y su debida adaptaci贸n a los criterios cient铆ficos, no seguir haciendo encuestas con metodolog铆as del siglo pasado. Las encuestas deben dar peso a las voces ciudadanas, no a las voluntades de algunos liderazgos pol铆ticos.
Como dije, habr谩 que estar al pendiente de si hay una iniciativa formal y qu茅 plantea, pero me temo que tratar谩n de regular a las encuestas con fines de control y no de calidad informativa. No va por ah铆.