Las m煤ltiples y recurrentes ocasiones en las que se habla de polarizaci贸n pol铆tica en el pa铆s en estos tiempos, por lo general se entiende o se hace referencia a la polarizaci贸n entre seguidores de la 4T y sus opositores. Sin embargo, la propuesta de reforma judicial parece estar develando una inusitada forma de polarizaci贸n al interior de las bases obradoristas.
El seguimiento de encuestas que ha realizado y publicado El financiero dan una muestra de ello. La encuesta publicada el pasado martes 3 de septiembre mostr贸 una aguda divisi贸n de opiniones respecto a la propuesta de que jueces y magistrados sean electos en elecciones abiertas a la ciudadan铆a.
De acuerdo con el sondeo, 39 por ciento dijo estar a favor de esa propuesta y 41 por ciento dijo estar en contra. Dos semanas antes, un sondeo previo arroj贸 una divisi贸n similar, con 44 por ciento a favor y 38 por ciento en contra.
Considerando el total de mil 28 entrevistas realizadas por este diario en el mes de agosto, la pregunta arroja un 41 por ciento de personas a favor de elegir jueces en elecciones abiertas, frente a 39 por ciento que se manifest贸 en contra, 11 por ciento que tom贸 una postura neutral y 9 por ciento que no tom贸 postura o no sabe. Estos porcentajes son considerando una versi贸n agrupada de la escala de respuestas de 1 a 10 que se utiliz贸 en el cuestionario.
Si se reportan y analizan los resultados desagregados, a esta aguda divisi贸n de opiniones le subyace algo que parece responder a la l贸gica de la polarizaci贸n.
Por ejemplo, entre los simpatizantes de la oposici贸n, los hoy llamados oposicionistas, categor铆a que incluye a panistas y priistas principalmente, m谩s de la mitad, 54 por ciento, se ubic贸 en el punto 1, que significa estar completamente en contra de la propuesta.
Solamente 14 por ciento de las personas que se identifican como oposicionistas se ubic贸 en el centro de la escala, que representa la neutralidad, y otro 14 por ciento se ubic贸 en el extremo contrario, el punto 10, completamente a favor.
Bajo la l贸gica de la polarizaci贸n, lo esperable ser铆a ver a los seguidores de Morena, las bases del obradorismo, aglutinarse en el lado completamente a favor de la escala, en el punto 10 o en sus cercan铆as.
Sin embargo, la encuesta de agosto revela que el morenismo no solamente est谩 dividido en cuanto al tema de la elecci贸n de jueces y magistrados, sino que est谩 polarizado consigo mismo: 40 por ciento de morenistas se ubic贸 en el punto 10, completamente a favor, mientras que 39 por ciento, casi la misma proporci贸n, se ubic贸 en el punto 1, completamente en contra. Esto es un fen贸meno muy peculiar que no hab铆amos observado en otros temas de discusi贸n y relevancia p煤blica y pol铆tica en los 煤ltimos seis a帽os.
Los representantes electos de Morena no parecen reflejar esta polarizaci贸n, ni siquiera una ligera divisi贸n: m谩s bien lucen unificados detr谩s de la propuesta respaldada por el presidente de la Rep煤blica. No obstante, las y los simpatizantes de Morena s铆 que muestran otra din谩mica diferente, una polarizaci贸n al interior de las bases de la 4T.
No est谩 del todo claro si esto puede o no tener incidencias en el curso de la discusi贸n y de la reforma misma, sobre todo porque las encuestas del partido, y que suele citar la presidenta electa, muestran una tendencia mayoritaria de apoyo a la propuesta y, por lo tanto, una menor posibilidad de ver alguna disensi贸n, por no decir fractura, interna.
Pero los datos del estudio de El Financiero algo apuntan que habr谩 que tomar en cuenta. Y si las bases del morenismo no parecen del todo unificadas, el argumento de mandato pierde un poco de peso.
La encuesta, con poco m谩s de mil entrevistas, resulta un poco limitada para ver un tercer cruce con mayor confiabilidad, pero lo que arroja es que el morenismo que est谩 en contra de la propuesta de la reforma judicial muestra una mayor afinidad con Claudia Sheinbaum que quienes est谩n a favor de la propuesta.
En otras palabras, la polarizaci贸n de las bases en este tema podr铆a ser un indicio de que una parte ya est谩 transitando hacia el nuevo sexenio que inicia el 1 de octubre, y otra que sigue firme en el que est谩 por terminar. Veremos c贸mo cambia esta fotograf铆a.
