Gu铆a de encuestas para electores II

La credibilidad de las encuestas depende, en gran medida, de su exactitud y precisi贸n.
14/05/2021

Las encuestas son instrumentos, con bases metodol贸gicas y t茅cnicas de investigaci贸n cient铆fica, que pueden tener m煤ltiples usos. Hago esta aclaraci贸n porque a veces se confunde a la encuesta en su esencia metodol贸gica, con la encuesta como recurso ret贸rico. En las campa帽as pol铆ticas proliferan ambas.

Los medios de comunicaci贸n publican encuestas electorales como parte de su cobertura noticiosa para informar a sus audiencias, lectores y seguidores sobre las tendencias de intenci贸n de voto en una elecci贸n. En ese sentido, las encuestas forman parte de la informaci贸n noticiosa: nos informan de c贸mo va una contienda, qu茅 tipo de electores apoyan a qu茅 candidatos, y qu茅 preocupaciones y opiniones tiene el electorado rumbo a los comicios. Sin encuestas no tendr铆amos una br煤jula que nos oriente acerca del grado de apoyo y el tipo de electores que apoya a cada opci贸n pol铆tica. Por ello son un ejercicio crucial de informaci贸n en un ambiente de competencia democr谩tica.

Por su parte, los partidos y candidatos utilizan encuestas para orientar sus decisiones y estrategias, aunque, de vez en vez, tambi茅n las difunden para tratar de influir en el estado de 谩nimo de los electores. La publicaci贸n de resultados de una encuesta que proviene de un partido pol铆tico es improbable que sea desfavorable al mismo. Se publica precisamente porque es favorable. En esto, el uso de las encuestas es estrat茅gico y propagand铆stico.

La profesi贸n internacional de encuestadores, consciente de que este uso de las encuestas es recurrente, establece est谩ndares y normas profesionales para una adecuada y transparente diseminaci贸n de resultados, entre las cuales destacan no s贸lo aspectos metodol贸gicos sino organizacionales, incluidas las fuentes de financiamiento: qui茅n pag贸 la encuesta.

En M茅xico, la ley electoral en materia de regulaci贸n de encuestas especifica, como lo hacen los propios c贸digos de 茅tica de la profesi贸n, que se debe transparentar qui茅n pag贸 la encuesta en cualquier publicaci贸n de resultados. Desafortunadamente no todas las encuestas que se publican en nuestro pa铆s transparentan esa informaci贸n, o lo hacen a medias, argumentando que la propia organizaci贸n es la que autofinancia sus estudios. Ese argumento redundante es poco sostenible bajo una l贸gica de mercado. Tambi茅n es una de las malas pr谩cticas de la profesi贸n encuestadora en nuestro pa铆s, ya que hace dif铆cil para el ciudadano distinguir cu谩ndo se trata de una encuesta informativa o de una encuesta propagand铆stica.

Pero esa l铆nea distintiva se hace borrosa porque las encuestas metodol贸gica y 茅ticamente s贸lidas y transparentes, realizadas sin ning煤n otro prop贸sito que el informativo, tambi茅n suelen utilizarse como un recurso propagand铆stico. Quienes comulgan con los resultados los difunden y elogian; y quienes no, denuestan y descalifican la encuesta o al encuestador. Esa reacci贸n estrat茅gica 鈥揳lgunos le llaman sesgo de confirmaci贸n鈥 es una conducta cada vez m谩s estudiada y entendida, pero que es dif铆cil de reconocer cuando se cae en ella.

Debido a que las encuestas electorales arrojan resultados que son favorables para unos y desfavorables para otros, el ejercicio de reportarlas, comentarlas y analizarlas debe hacerse de la manera m谩s neutral e imparcial posible. Eso no siempre sucede, y 茅sa es otra de las posibles malas pr谩cticas de la profesi贸n: enfatizar los resultados con 谩ngulos que toman partido, ya sea consciente o inconscientemente. El p煤blico, los lectores, la audiencia, los propios partidos tienen el derecho de interpretar una encuesta como mejor les plazca, pero el encuestador y quien difunde sus resultados tiene la responsabilidad, la obligaci贸n de hacerlo de una manera imparcial, y siempre respetando los l铆mites y alcances de sus estudios demosc贸picos.

En una era pol铆ticamente polarizada como la que vivimos, bajo una din谩mica de redes sociales regida por los likes, los retuits o las visitas, y en la que lo que m谩s se viraliza suelen ser posturas extremas, ser imparcial puede generar poco tr谩fico, pero genera algo muy importante: credibilidad.

La credibilidad de las encuestas depende, en gran medida, de su exactitud y precisi贸n, pero tambi茅n del cuidado en su diseminaci贸n, de la transparencia en sus m茅todos e intereses, y de la imparcialidad en su comunicaci贸n.

amoreno@elfinanciero.com.mx



ALEJANDRO MORENO es profesor del Departamento de Ciencia Pol铆tica del ITAM y vicepresidente de la World Values Survey Association. Actualmente es Consultor/Director de Encuestas y Estudios de Opini贸n de El Financiero.Las expresiones aqu铆 vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opini贸n y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

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