Las mil y una noches

Adolfo González

EL SEXTANTE
López Obrador ha pasado sin apenas despeinarse y sin nadie enfrente que se le oponga con decoro, las primeras mil y una noches de su gobierno.
01/09/2021

“Se dice que el tiempo es un gran maestro. Lo malo es que va matando a sus discípulos”, Héctor Berlioz.
 
Los datos de SABA Consultores correspondientes al pasado día 30 suponen una nueva decepción para quienes esperaban un desgaste de López Obrador. Consta que los había, pero nada más lejos de la realidad. Antes al contrario, regresa a sus promedios de aprobación, e incluso se producen algunos avisos favorables. Uno de ellos, que supone un descenso de las calificaciones bajas, indica decepción entre sus detractores. Después veremos la posible correlación de esto con el “caso Anaya”. El otro aviso, al grado de alerta positiva, se produce en la respuesta espontánea de preferencias sobre el próximo Presidente de México. Aquí, AMLO repunta con fuerza, y además hay algo llamativo entre los sectores que lo propician: no son nada habituales en los respaldos de Andrés Manuel, y además son bastante variopintos. Empresarios, obreros, y quienes poseen estudios medios no suelen aparecer favoreciendo al Presidente.
 
En el otro extremo están Anaya y los panistas, ex panistas y otras hierbas del mismo prado. También, ante el tímido desgaste de López en la pasada medición, había expectativas sobre si esta tendencia iba a continuar. No por mi parte, desde luego. La realidad es que, amén de lo señalado sobre la mejoría de los datos de AMLO, Anaya repunta de repente con una alerta negativa en el indicador de peores políticos, circunstancia que no había sucedido prácticamente nunca. Es decir, la única relevancia que ha alcanzado Ricky a cuenta de los últimos acontecimientos ha sido esa dudosa dignidad, y ninguna otra. Lo acompaña en el honor, aunque este es más habitual en estos pagos, Felipe Calderón, su antiguo correligionario, que también aumenta el número de quienes lo consideran entre los políticos más nefastos del país. La “tocata y fuga” de Ricardo ha hecho, probablemente, que cunda el desánimo entre el ya de por sí exiguo número de sus seguidores.
 
Con el PRI desaparecido, o fagocitado por Morena (tanto en términos de sus integrantes como de sus usos y costumbres), la oposición se supondría representada por el PAN. Lo cual da una idea de a lo que se enfrenta AMLO: prácticamente a nada. Es esta una razón, a veces poco ponderada, de la facilidad con la que Andrés mantiene sus niveles de popularidad. No tiene quien se le oponga. La última llamarada de petate de Anaya simboliza un comportamiento general de quienes deberían trabajar por sostener un contrapeso efectivo del poder omnímodo de AMLO, o cuando menos de ofrecer una alternativa razonable de futuro, que yo, al menos, no veo por ninguna parte, ni adivino a ver. Sólo bandazos, indefinición, y ausencia de liderazgo. Y corrupción, lo cual no exime, por supuesto, a don Andrés, de su nula intervención en los casos habidos dentro de su propio partido, o de su familia. Las injerencias continuas del Presidente están reservadas para la fiscalía y los procesos electorales, pero siempre y cuando el escándalo se de en casa ajena.
 
Así que con Anaya desaparecido, si no había recambio que ofertar para AMLO, menos lo hay ahora. La cuestión es a quién designará dentro de sus propias filas. De repente, y contradiciendo las suposiciones de muchos, ha metido un “goodfellas” a la derecha de su sillón presidencial. Adán Augusto, que no trae muy buena prensa de Tabasco, es, sin embargo, de su máxima confianza. Veremos si de colocado pasa a favorito con el tiempo, porque ahí hay caballos que se creen ganadores. Marcelo Ebrard ha contado con moderadas preferencias del público. Sheinbaum cuenta con las del organizador de la carrera, pero las cosas en Ciudad de México no van todo lo bien que él quisiera para Morena, y eso se empieza a notar. Las verdaderas inclinaciones populares que señalan los datos son que el recambio de López fuera el propio López, pero mejor no pensar en cosas desagradables.
 
Las noticias de los últimos días están plagadas de acontecimientos teóricamente negativos para AMLO, pero el “Top of mind”, una vez más, no los refleja con demasiada aspereza. A la cabeza están los huracanes, el Covid19, el regreso a clases y las inundaciones, y bastante más atrás Ricardo Anaya o “los delincuentes del PAN y del PRI”. En cambio, sólo aparece muy tímidamente lo sucedido en Chiapas. El bloqueo de la mañanera por parte de los maestros fue noticia de primera plana, pero ha impactado poco en la opinión pública, y nada, como hemos visto, en cuanto a la aprobación a AMLO. Dice también este indicador, más o menos en el mismo porcentaje que lo de Chiapas, que “hay mucho marihuano”. Que cada cual lo interprete como guste.
 
También hay mucho perceptor de las ayudas sociales, más o menos la mitad de la población, que no es moco de pavo. Hay que comprenderlos. Pero yo opino que sería mucho mejor enseñar a pescar que dar peces. El asunto de los maestros, sin embargo, es bien sabroso. Se produjo justo cuando se cumplían los 1001 días de gobierno (con sus noches), y de repente el tiempo, que bajo la hégira de AMLO, pasa con una lentitud vertiginosa, ha hecho olvidar al Andrés de los bloqueos y los plantones. El bloqueador es ahora bloqueado, pero ya no manda al diablo a las instituciones. Se queja amargamente del chantaje de la CNTE, pero conviene recordar que un chantajista nunca se sacia, y en ese sentido Andrés hizo bien en aguantar el envite.
 
Vamos a ver cómo maneja de aquí en adelante las posibles situaciones similares que se presenten. El tiempo todo lo cura, todo lo cambia. Esa es tal vez la inagotable esperanza de sus detractores, que semana sí y semana también esperan que se produzca el ansiado desgaste del Presidente. Estos mil y un días de AMLO son más bien mil y una noches, los ha pasado sin apenas despeinarse y sin nadie enfrente que se le oponga con decoro. Ya lo cantó Silvio Rodríguez: “Y, ¡cómo pasa el tiempo!, que de pronto son años…”. Tres llevamos ya padeciendo o gozando al de Tabasco, y todo sigue igual. Enhorabuena a los que les parezca una buena noticia. Mil días más en los que suceda de todo sin que nunca pase nada, serán toda una eternidad.

adolcafe@yahoo.es



ADOLFO GONZÁLEZ reside en España, y es analista político especializado en la interpretación de la metodología de Saba Consultores de medición de la opinión pública.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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