El hecho y el derecho

“Mala es la opinión que no puede mudarse”, Aulo Gelio.
 
Nos dicen los datos de SABA Consultores, obtenidos el pasado lunes, que la percepción sobre la labor de AMLO ha regresado a la estabilidad, confirmándose la pérdida, con respecto a inicios de verano, de aproximadamente un 6 % de aprobación. No obstante, mejoró su calificación media, a causa principalmente de un aviso favorable en las calificaciones bajas, cuyo número descendió, principalmente por el impulso de quienes perciben apoyos sociales. Conclusión general: hay un atisbo de que el Presidente vuelva a mejorar, pero parece que el aumento de los programas sociales de las últimas semanas no le ha servido para recuperar sus recientes pérdidas. Es cierto que estas son exiguas, en comparación con el respaldo que sigue recibiendo, pero también lo es que el instrumento utilizado para mantenerse necesita cada vez más ser engrasado. Veremos qué pasa en los próximos meses.
 
En la carrera por la sucesión, que por ahora es lo mismo que decir la carrera por la candidatura de Morena, hay algunos datos reseñables. Por ejemplo, que Ebrard tiende a la baja en preferencias entre los seguidores propios, llegando en esta ocasión a la advertencia negativa, mientras que el disidente Monreal obtiene un aviso favorable y completa una serie por encima de su promedio. Don Ricardo también mejoró en el “Top of mind” de preferencias en las últimas semanas, pero la verdad es que sigue lejos de la pugna por los primeros puestos, y mucho tienen que cambiar las cosas para que sus quejas desemboquen en utilidades prácticas. Por otra parte, Claudia Sheinbaum sigue estable, y necesitaría que Marcelo se desinflara más para discutirle la condición de favorito, máxime cuando en intención de voto el canciller si repunta hasta el aviso positivo, y ganaría cómodamente la elección en cualquiera de los cruces planteados por SABA. Morena registra una vigorosa alerta positiva en identificación partidista, y espero que no sea una sorpresa para nadie que tanto esa alerta como el aviso favorable de Marcelo sea propiciado principalmente… por los perceptores de apoyos. Por enésima vez se concluye que ese grupo es el sostén principal tanto de AMLO como de su partido, e incluso es probable que lo sea para aquél que gane la sucesión.
 
La atención del público estuvo en primera instancia centrada en el drama de los mineros de Coahuila. Pero en segundo término, siguen apareciendo de forma perenne las menciones relacionadas con el crimen y la seguridad pública, que es lo que más preocupa a los mexicanos desde hace años. Justo el día de la medición se hizo público el anuncio de un nuevo decretazo que hará pasar la Guardia Nacional a depender de la SEDENA. Los problemas constitucionales de tal medida son obvios. Pero más allá de la discusión sobre las formas, está la del fondo. Si bien AMLO es aficionado a amoldar la ley a sus conveniencias, puede que en esta ocasión sí sea oportuno que el derecho se ajuste a lo que es una realidad de hecho desde hace años. Y es probable que sea pertinente usar el que es quizá el único músculo capaz de enfrentarse a la lacra del narco. Esto es, implícitamente, reconocer de facto que lo de los “abrazos, no balazos”, es más bien una pendejada. Rectificar es de sabios. Pero es una decisión que convendría debatir, y es este un caso en que la oposición, si fuera capaz de organizarse para algo, debería tender la mano al Presidente y dotar la decisión de un respaldo jurídico adecuado y con el consenso más amplio posible. De no construir un fundamento legal sólido, tal instrumento de poder podría caer en manos de algún insensato, presente o futuro. Otorgo a Andrés Manuel el beneficio de la duda sobre su buena intención, pero esperemos que no le pueda otra vez la soberbia. El asunto es lo bastante serio como para que no se haga a la ligera.

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