“Video meliora proboque, deteriora sequor (Veo lo mejor y lo apruebo, pero sigo lo peor)”, Ovidio (Metamorphosis VII).
En los datos de SABA de esta semana la figura dominante (que sigue y seguirá siendo bastante tiempo AMLO) no presenta variaciones de reseña, sino más bien una confirmación de sus promedios en aprobación y calificación. Solo en las calificaciones altas sigue rozando el aviso positivo, lo cual tiene lógica, porque ya se está observando a ojos vista una movilización de los seguidores de Morena ante el inicio de carrera de las corcholatas. Esto tiene cumplido reflejo en la vigorosísima alerta favorable de Morena en identificación, y en la repetición, por tercera vez consecutiva, de la alerta del mismo signo en intención de voto por partidos. No es novedad pero hay que recordarlo: esta última es una vez más favorecida, entre otros, por los perceptores de apoyos sociales.
Esta situación no tiene visos de cambio, aunque en el lado de enfrente continúan los intentos de conformar algo parecido a una alternativa opositora, de momento sin mucho éxito, y sobre todo sin la más mínima sombra de una figura política capaz de aglutinar a los descontentos, que los hay, y explicar a los que no encuentran otro cobijo que la 4T que hay vida fuera de ella. Por lo tanto, el interés sigue estando en detectar las preferencias dentro del partido del sistema, que ahora es Morena como antes lo fue el PRI. Antes de entrar en detalle, atentos a lo afirmado por Lorenzo Córdova. Por un lado, que se está fomentando el autoritarismo por apatía, pero también que la democracia no está en el ADN de los mexicanos. Toda una rendición de armas, viniendo de donde viene, pues al INE ha de suponérsele precisamente la misión de velar por la democracia y su limpieza. Don Lorenzo ha perdido una magnífica ocasión de callarse, o al menos, admitiendo el problema, de proponer algo que contribuya a mejorar la ya de por sí delicada situación del sistema político mexicano.
Porque puede que esté, la democracia, en estado comatoso, pero en esas estamos, en intentar recuperar su salud, y es opinión no de pocos que en un regreso a la razón, y un abandono de la polarización y de la política del enfrentamiento y el insulto, podría estar la medicina. Muchos ven en Marcelo Ebrard a aquél que ha de venir a hacerlo, aunque por ahora persiste el empate técnico en preferencias frente a la que va a ser su única rival, que es Claudia Sheinbaum. Esto será cosa de dos. Lo más sabroso de esta medición de SABA son los datos que aporta sobre la composición de los respaldos de ambos, a través de las Cartas de Navegación. Sabemos por ellas que la tendencia al alza que se observa en Ebrard viene propiciada por los hombres, como fortaleza más sólida, pero también por mejorías entre los veracruzanos, los jubilados y quienes tienen maestría. Claudia, en cambio, mantiene fortalezas, pero relativas, en su feudo y alrededores. Y sobre todo hay unas diferencias fundamentales: Marcelo domina más a los perceptores de apoyos y a quienes aprueban a AMLO, sectores ambos cuyo peso es obvio, y en los que Sheinbaum descendió. Y un dato muy ilustrativo: el canciller creció más entre los simpatizantes de Morena, donde en esta medición aventaja a su rival en casi 15 puntos. Por tanto, la tendencia actual es favorable a que, en la persona de Ebrard, se cierre el círculo y se cumpla el sueño de su mentor, Camacho Solís. Interpreten esto último como deseen. Pero, al margen de ello, cuidado. Ya tengo leídas en varias ocasiones alabanzas llenas de epítetos de adoración glosando las virtudes de Marcelo. Mal vamos si el camino es, otra vez, la elevación a los altares del líder. Lo que se le debe exigir, a él y a cualquier candidato, es un programa de gobierno detallado que exprese su intención de regresar a la cordura. Eso es lo que hay que implantar en el ADN mexicano, y lo demás vendrá por añadidura.
Muchos ven en Marcelo Ebrard el regreso a la razón, aunque por ahora persiste el empate técnico con Claudia Sheinbaum. Esto será cosa de dos.
01/02/2023