AMLO, el presidente de los intelectuales y académicos mexicanos, que se enamoraron en el 18 perdidamente de él, muy pronto cebó en ellos la primera de sus venganzas: Él, humillado, escarnecido, vilipendiado por su pobre desempeño académico, dejó evidenciada a buena parte de nuestra intelectualidad y academia como unos pobres pendejos útiles.
La cancelación del NAIM fue su primer gran golpe de irracionalidad y, de ahà pal’ real, fue implementando su gobierno 3P (Moisés Naim), ante el azoro y esfuerzos denodados de nuestra intelectualidad para frenarlo o descarrilarlo: Inútil faena y loco empeño, dirÃa el general Vicente Riva Palacio. ¡HabÃan creado a un monstruo!
Lo que tanto criticó durante su época de opositor, la compra del voto, se ha constituido en el gran sustento, la gran fortaleza sólida de AMLO y Morena. Corromper, prostituir al electorado, pretendiendo ver en ello una Revolución de las Conciencias, ha devenido claramente en una Degradación de las Conciencias.
Lo interesante ahora es que Xóchitl, de quien ya algunos advierten rasgos de personalidad similares a los de AMLO, con seguidores que adoptan actitudes también similares a las de los seguidores de AMLO, esto es, un apoyo incondicional y acrÃlico a su nueva deidad, nos dice que quiere no solo seguir repartiendo dinero, sino bajar la edad a 60 años para recibir el benéfico.
La pregunta inmediata es de dónde saldrÃa tanto dinero. Si ahorita AMLO anda pariendo chayotes, chupándose fideicomisos e inejercicios presupuestales para cubrirle a los mayores de 65, subir esa apuesta parece demagogia pura, ¡más populismo!, cabecear pa’l lado del chingadazo.
Es claro que el trabuco que AMLO le ha plantado a la intelectualidad que ahora apoya a Xóchitl, rebasa con mucho sus capacidades intelectuales y la de su candidata, y es alarmante e hilarante, que nos ofrezcan como alternativa una versión femenina de AMLO, como si no tuviéramos ya a Claudia en ese papel.
Asà de tristes las cosas compañeros. Una cosa es apoyar a quienes son rebasados por las circunstancias, y otra es inhibir el espÃritu de lucha y esfuerzo, para que cada quien salga adelante por sà mismo.
Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.