Entre el ruido mediático de nuestros dÃas, las noticias sobre los incendios en California que destruyeron tierras y propiedades de miles de estadounidenses en 2021 apenas resaltaban con fotos espectaculares de casas ardiendo, colinas en llamas y árboles en cenizas.
En las notas al pie de esas fotos se hacÃa referencia a la sequÃa y ausencia o cortedad de lluvias como el terreno fértil para que una chispa cualquiera, provocada por humanos o la naturaleza, desatara los remolinos de fuego.
El cambio climático, agregaba algún especialista, se manifiesta ahora en formas extremas y violentas como en California. Son señales de advertencia, agregan otros más, sobre un cambio inminente de época.
El asunto de fondo, sin embargo, es más preocupante. Por lo menos dos tercios del Suroeste de Estados Unidos sufre una mega sequÃa prolongada. Lagos y pequeños cursos de agua están secos por completo. Hablamos de los territorios de Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah, Oklahoma y Texas.
El cientÃfico del clima A. Park Williams, de la Universidad de California en Los Ãngeles, se dio a la tarea de comparar la sequÃa del periodo 2000 a 2021 con periodos anteriores y encontró algo verdaderamente perturbador: la actual sequÃa en esa zona es la más prolongada desde hace mil 200 años, es decir, aproximadamente desde el año 800 de nuestra era.
El calentamiento causado por la acción humana, afirma Park Williams, juega un rol predominante en la devastación del suministro de agua. Aclara el cientÃfico que aun sin la acción humana, el curso natural del cambio climático hubiera provocado sequÃas, pero su severidad hubiera sido solamente un 60 por ciento de lo que fue, según declaró a The New York Times (“How bad is the Western Drought?â€, por Henry Fountain, 14 de febrero).
El Lago Mead, por ejemplo, está a un tercio de su capacidad. Es el mayor lago y embalse artificial creado sobre el RÃo Colorado por la impresionante Presa Hoover, la cual surte de electricidad a Las Vegas y ciudades de Nevada y estados vecinos. Considere usted que centros metropolitanos grandes como Los Ãngeles, Phoenix, Albuquerque, San Diego, San José, San Antonio, Dallas y Houston se verán directamente afectadas por la sequÃa.
“Have you ever seen the rain?†podrÃa ser en el futuro algo más que una canción clásica de The Creedence Clearwater Revival, para convertirse en un lamento de millones de personas en el Gran Desierto del Suroeste que envolverÃa a los existentes y los extenderÃa.
Escenarios futuristas aparte, lo que señala Park Williams tiene implicaciones internacionales, pues a través de los estados fronterizos de Estados Unidos con México se extenderÃan las consecuencias negativas de la mega sequÃa. No quiero ni pensar en los conflictos que surgirÃan entre ambos paÃses si el RÃo Colorado baja su nivel de agua a puntos crÃticos.
Un tercio de la población total del Suroeste de Estados Unidos es de origen hispano. La agricultura y ganaderÃa, la economÃa de servicios y los lazos culturales e históricos no terminan en una frontera que tiene más de imaginario que otra cosa.
El estancamiento o declinación de la economÃa del Suroeste americano serÃa una catástrofe para México que arrastrarÃa a Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Sinaloa, Zacatecas y Durango en su debacle.
Lo más triste de todo es que en México, fuera de las espectaculares fotografÃas de los incendios en California, la mega sequÃa en tierras norteamericanas es un tema ausente de la atención de la opinión pública mexicana.
México tiene sus propios y serios problemas con el agua, su manejo y administración, el consumo y desperdicio. Si le agregamos que la mega sequÃa continuará por no sabemos cuántos años más, ¿qué va a suceder entre México y Estados Unidos cuando se alcance el punto crÃtico?
No perdamos de vista a la mega sequÃa.