Con todo su celo, su rigor en las investigaciones y su implacable fama, los fiscales del Departamento de Justicia de Estados Unidos tuvieron que aguantarse la frustraci贸n, hacer acopio de disciplina ante las 贸rdenes de su jefe, y desistirse ante la Corte federal en Brooklyn de la acusaci贸n en contra del General mexicano Salvador Cienfuegos (Secretario de la Defensa entre 2012 y 2018), cuando apenas iniciaba su juicio.
Tan sorpresiva fue la medida que la propia Jueza Carol B. Amon cit贸 al fiscal Seth DuCharme a comparecer personalmente ante ella para explicar los motivos del desistimiento antes de concederles su petici贸n.
Todo eso es inusual. Cienfuegos fue detenido el mes pasado en Los 脕ngeles, California, acusado de nexos con el narcotr谩fico y lavado de dinero, y su estatus como ex Secretario de la Defensa lo convert铆a en un caso de alto, muy alto perfil para el Departamento de Justicia.
Por decirlo en otros t茅rminos, DuCharme y su equipo de fiscales e investigadores atraparon a un 鈥減ez gordo鈥 del Ej茅rcito mexicano y lo tuvieron que soltar, le explicaron a la Jueza Carol, 鈥減or consideraciones sensibles y de pol铆tica exterior que rebasaban el inter茅s en seguir el proceso contra el acusado鈥.
Agregaron en su escrito los fiscales que la evidencia acumulada 鈥渆s fuerte, y el acusado fue investigado, acusado y procesado de manera consistente con los principios federales鈥.
No puedo imaginar siquiera el tama帽o del enojo de los fiscales norteamericanos ante el arreglo pol铆tico de su jefe, William Barr, y de la aprobaci贸n del propio Presidente Donald Trump a la medida.
驴Motivos para el enojo? Lejos de restaurar o reconstruir la confianza perdida de Washington ante el aparato de justicia en M茅xico, la decisi贸n de no procesar a Cienfuegos y devolverlo a M茅xico env铆a una se帽al inequ铆voca: la justicia (as铆, a secas) lejos de prevalecer por sobre toda otra consideraci贸n, es torcida, una vez m谩s, por consideraciones pol铆ticas.
El regreso de Cienfuegos a M茅xico devuelve la relaci贸n bilateral, en materia de inteligencia y procuraci贸n de justicia, a un territorio en donde estuvo hace muchos a帽os: a uno de muy bajo o nulo entendimiento mutuo, y una desconfianza absoluta de las instituciones estadounidenses hacia las mexicanas.
Resulta absurdo, adem谩s, que una decisi贸n de este tipo se haya tomado por parte del Gobierno de Trump cuando est谩 a punto de concluir su ciclo y de arrancar la nueva Administraci贸n Biden. De inicio, la relaci贸n bilateral del Presidente L贸pez Obrador con el Presidente Biden queda intoxicada con este arreglo pol铆tico y por la negaci贸n de la justicia por consideraciones pol铆ticas.
Le hace tanto da帽o la decisi贸n de retirar los cargos contra el General Cienfuegos al Departamento de Justicia como a la Fiscal铆a General de la Naci贸n mexicana, cuyo titular ha exhibido una notoria incapacidad en el cargo.
S贸lo en el contexto de este decisi贸n puede entenderse ahora la postura irracional del Presidente L贸pez Obrador de no reconocer a Joseph Biden como Presidente electo de Estados Unidos: el gobernante mexicano negociaba la liberaci贸n de Cienfuegos, seguramente apurado por presiones de los militares mexicanos.
No s茅 si el nuevo fiscal dem贸crata que sustituya al Sr. Barr en el Departamento de Justicia reactivar谩 el caso contra Cienfuegos, y no s茅 si la Jueza Carol se lo permita, pero aun si lo permite, ya estar谩 fuera de su alcance el militar mexicano. Pelear por su extradici贸n podr铆a tomar a帽os.
Qu茅 lamentable decisi贸n del Departamento de Justicia. Quedar谩 sobre Barr, DuCharme y el equipo de fiscales norteamericanos, la verg眉enza de este arreglo pol铆tico del tipo perder-perder al que llegaron con los mexicanos.
Quedar谩 sobre el Presidente L贸pez Obrador y su Fiscal General Gertz Manero la verg眉enza de haber cedido a presiones pol铆ticas internas y doblar las manos ante una oportunidad de oro que ten铆an para probar, en los hechos, que su lucha contra la corrupci贸n va en serio; no ha sido as铆, su postura no pasa de las palabras y discursos encendidos y de los indignos arreglos pol铆ticos.
Verg眉enza para la justicia a ambos lados de la frontera: eso es lo que veo.