Casanicolás

Rogelio Ríos

MIRADA AL MUNDO
Fomentar una cultura de respeto y solidaridad con los migrantes, para que ellos puedan sentirse una sola familia en esta tierra.
31/01/2020

Conozco al Padre Luis Eduardo Villarreal desde hace más de 20 años, sus columnas en el periódico El Norte, en Monterrey, tenían filo crítico y rigor analítico al cual Luis Eduardo, hombre de fe y de convicciones sociales, agregaba siempre el toque humanista y místico al colocar al prójimo como su consideración máxima.

Tuve el privilegio de ser su editor en esa época. Por eso, cuando acudí el 25 de enero al Informe Anual de la Casa del Migrante Casanicolás Solidaridad en el éxodo, A.C., o Casanicolás simplemente (por San Nicolás Tolentino), no me extrañó que la casa para migrantes que él iniciara en pequeña escala hace años, hoy sea un proyecto en marcha que se ha convertido en un faro de alivio para los migrantes centroamericanos, principalmente, que llegan a Monterrey.

Aunque el proyecto de un albergue para migrantes se concibió desde 2004, fue en 2008 que la Casa empezó a recibir a los primeros migrantes, quienes en ese entonces llegaban por unos pocos cientos: 770 en 2010, por ejemplo. Para 2016, sin embargo, ya fueron 2 mil 400 los migrantes hospedados ; 2 mil 500 en 2017 hasta llegar a 4 mil 400 migrantes en 2019, procedentes de 10 países distintos.

En el evento del 25 de enero se habló de la compasión cristiana hacia el sufrimiento del prójimo, de la mística de servicio enraízada en quienes colaboran en Casanicolás, desde el personal fijo hasta los alumnos de la Universidad de Monterrey y del Tec de Monterrey que hacen ahí tanto voluntariado como prácticas profesionales.

Compasión como valor del espíritu, sensibilidad para despegarse de clichés y prejuicios que rodean al migrante y lo convierten injustamente en un delincuente, fue lo que escuché en el evento y recibí con ello una bocanada de aire fresco.

No es sencillo, estimados lectores, revisar cada día las noticias sobre los riesgos que corren los migrantes en su larga marcha desde América Central hasta los Estados Unidos, los peligros que acechan, los heridos y los que mueren en el camino, las familias rotas, los hijos separados de los padres, las mujeres violadas, el rechazo social y la intolerancia, en resumen, la cara de la tragedia humanitaria de migrantes que hoy vivimos.

Por eso concuerdo con la visión de Casanicolás: “Fomentar una cultura de respeto y solidaridad con los migrantes, animando en la comunidad el sentido de asistencia, acogida e integración solidaria, de modo que ellas y ellos puedan sentirse una sola familia en esta tierra”.

Su objetivo es “reducir la situación de vulnerabilidad de las personas migrantes, brindando asistencia y refugio en un albergue seguro, promoviendo la defensa de sus derechos y el acompañamiento pastoral”.

Casanicolás recibe apoyos de muchas personas e instituciones: Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey; el Tec de Monterrey, la UDEM, Asylum Access Mexico, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Pastoral Social de Monterrey, empresas y beneficiarios anónimos, la Comunidad San Francisco Xavier, etcétera.

Durante 2019 se proporcionaron 36 mil 696 cenas y desayunos; se dieron 52 mil 356 prendas de vestir y 78 mil 534 artículos de aseo personal a los migrantes; se les apoyó con 2 mil 978 llamadas internacionales de parte de la Cruz Roja Internacional.

Recibieron los migrantes 639 aesorías de Asylum Access Mexico y a más de mil de ellos se les dio atención médica, orientación nutricional y terapia piscológica individual o grupal.

Si usted desea ayudar desde Estados Unidos o América Central puede escribir al correo electrónico del Padre Luis Eduardo Villarreal (levrios@yahoo.com.mx) o contactar al personal de Casanicolás a los teléfonos +528183603311 y +528121698232, o escribirles a la dirección: 4417 Emiliano Zapata, Guadalupe, NL, México CP 67180.

Esto no es político ni ideológico: es humano, es fruto de la fe cristiana y de la convicción profunda de que al prójimo migrante hay que tenderle la mano en sus horas de necesidad.

Me dio gusto saludar al Padre Luis Eduardo Villarreal el 25 de enero. Qué noble labor la suya: ayudémosle a ayudar.

Rogelio.rios60@gmail.com



ROGELIO RÍOS estudió Relaciones Internacionales y es periodista de opinión sobre México y el mundo.  Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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