Hasta donde s茅, no solicitaron el Presidente L贸pez Obrador ni Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores, asesor铆a en M茅xico a ninguna universidad, centro de investigaci贸n u organismos empresariales, sobre c贸mo y qu茅 negociar con Estados Unidos en comercio y migraci贸n durante la estancia de la misi贸n diplom谩tica en Washington, de donde surgi贸 el acuerdo anunciado el 7 de junio.
Curiosamente, en la relator铆a del viaje presentada por el Secretario Ebrard el 11 de junio y enviada al Senado de la Rep煤blica, se hacen menciones a reuniones de los funcionarios mexicanos con acad茅micos y directivos del Woodrow Wilson Center; con Tom Donohue, presidente de la C谩mara de Comercio de Estados Unidos; y con Andrew Seele y Doris Meissner, del Instituto de Pol铆tica Migratoria. Tambi茅n hubo una reuni贸n con acad茅micos del Instituto Brookings.
No he visto tampoco que los legisladores del Congreso de la Uni贸n o los Senadores intervengan, exijan o por lo menos eleven la voz (quiz谩 con la excepci贸n de Porfirio Mu帽oz Ledo) cuestionando el reciente acuerdo entre M茅xico y Estados Unidos.
En vista de la importancia de los asuntos comerciales y migratorios negociados en Washington, es inexplicable la falta de acci贸n legislativa y el desinter茅s de diputados y senadores en revisar lo acordado y ver si se apega o no al mejor inter茅s de M茅xico.
No se solicit贸 previamente opini贸n alguna, por ejemplo, a los gobernadores de los estados por donde transitan con mayor frecuencia los grupos de migrantes.
Todos ellos, sin embargo, diputados, senadores y gobernadores, estuvieron presentes en Tijuana el s谩bado 8 de junio en la reuni贸n convocada por el Presidente L贸pez Obrador, originalmente, para protestar contra la amenaza de imposici贸n de aranceles del Presidente Trump, la cual termin贸 en un jolgorio pol铆tico de celebraci贸n de 鈥渓a victoria鈥 mexicana.
Los asistentes al mitin en Tijuana celebraban sin saber bien a bien qu茅 se hab铆a negociado en Washington, pues no fue sino hasta el lunes 10 de junio que el Secretario Ebrard empez贸 a informar con mayor detalle de lo negociado.
Ninguno de los presentes en la plaza tijuanense fue consultado con anterioridad sobre el tema. La negociaci贸n diplom谩tica, al final, prescindi贸 incluso de la presencia de Graciela M谩rquez, Secretaria de Econom铆a, quien era parte de la misi贸n diplom谩tica mexicana.
La Embajadora Martha B谩rcena jug贸 p煤blicamente un papel discreto. Fue el Secretario Ebrard quien se dirigi贸 principalmente a los medios de comunicaci贸n.
De Olga S谩nchez, Secretaria de Gobernaci贸n, entre cuyas atribuciones est谩 conducir y ejecutar la pol铆tica migratoria, ni sus luces. No se le vio en Washington ni se le ha visto casi en la CDMX. No s茅 si su ausencia es deliberada, pero resulta incomprensible e injustificada cuando uno de los puntos principales de negociaci贸n es la migraci贸n.
Todo indica que el modelo de negociaci贸n con Estados Unidos en la llamada 鈥渃risis de los aranceles鈥 gir贸 en torno a Marcelo Ebrard y el Presidente L贸pez Obrador casi exclusivamente.
Se consult贸 sobre la marcha, ya en Washington y con la negociaci贸n en puerta, a acad茅micos del Instituto Brookings o del Woodrow Wilson Center, pero no a los de El Colegio de M茅xico (de donde es egresado Marcelo Ebrard), de la UNAM o el CIDE, por nombrar solamente algunos cuantos, cuyos equipos de expertos sobre pol铆tica exterior y Estados Unidos hubieran aportado generosamente sus consejos.
Como haya sido, las decisiones tomadas en un reducido c铆rculo entre el Presidente y su Secretario de Relaciones Exteriores, reflejar谩n en los resultados si fue o no atinado tomar el juicio propio, y el de unos pocos asesores, para negociar el acuerdo con Estados Unidos de vastas consecuencias.
Me pregunto cu谩nto m谩s se hubiera ganado en el acuerdo de haberse aplicado un modelo de negociaci贸n de crisis m谩s abierto a opiniones expertas de mexicanos y menos apresurado en su manejo: por lo relatado en el informe de Ebrard, la estrategia de negociaci贸n se arm贸 apresuradamente en la Embajada mexicana cuando ya estaban en Washington, lo cual deja entrever que poco o nada exist铆a de una estrategia preventiva elaborada con anterioridad en la SRE o en la Presidencia de la Rep煤blica ante la eventualidad de crisis como la de los aranceles, los migrantes o cualquiera que est茅 por venir (narcotr谩fico o armas de fuego, por ejemplo). Tal vez no la vieron venir.
El Colegio de M茅xico, la UNAM, el CIDE y otras universidades y centros de investigaci贸n mexicanos siguen ah铆, a la espera de ser consultados sobre la pol铆tica hacia Estados Unidos y dispuestos a participar, 驴cu谩nto m谩s esperar谩n?