Apenas hace unos días comentaba la disputa que se vive al interior del PRI. Para cualquier observador debe resultar claro que hacia el interior de ese partido todavía se piensan, al menos en el estado, como un factor real de poder, de ahí que la disputa por lo que queda de ese partido sea descarnada y en ocasiones al estilo de "no me importa morir si así te mato", políticamente hablando, claro.
Como también comenté, el grupo hegemónico en ese partido desde hace 20 años ha sido el de Nati y ahora la vertiente medinista del mismo espera continuar ejerciendo el poder y tomando las decisiones importantes. Puede ser que ante la presencia de Claudia Ruiz Massieu lleguen a algún tipo de acuerdo para mantener la fachada de un grupo homogéneo.
El problema se presentará a la hora de enfrentar la designación de candidaturas a los distintos puestos que se disputarán en 2021 y no, no crea que eso está tan lejos, porque el estira y afloja se presentará seguramente desde ya.
Una vez que se designen los candidatos, principalmente el candidato a gobernador, se verá de qué estaban hechos los acuerdos, ya que, como ha sucedido en otras ocasiones durante el periodo hegemónico de Nati, habrá quienes no estarán de acuerdo y harán labor de zapa durante las campañas y el día de la elección.
De cualquier forma habrá que estar pendientes de como se comportan los distintos grupos que componen el actual PRI en el estado, ese mismo partido que quedó en cuarto lugar en las elecciones para senador en Nuevo León y que apenas logró un puñado de diputaciones locales, las cuales le han bastado para hacer política.
Apostaría que los grupos que no se sientan bien recompensados se unirán abiertamente o no, a partidos como Morena o Movimiento Ciudadano, porque ya no verán en el tricolor una opción para ellos y prefieren la muerte política de ese partido que la suya, es solo cuestión de supervivencia, piensan, como decía uno de los personajes de Morir en el Golfo: Esto es una rueda de la fortuna y solo pierde el que se baja de ella.
Y sí, así es el PRI, un partido marginal que sigue pensando en términos del ayer.