Como comentaba en alguna columna anterior, en lo que resta de este año y hasta inicios de julio de 2021, los golpes entre precandidatos y futuros candidatos estarán a la orden del dÃa, ya no habrá tregua y lo que tenga que salir a la luz, saldrá.
El caso de las posibles sanciones en contra el secretario general de gobierno del estado, Manuel González forma parte de esta dinámica.
Independientemente de las cuestiones jurÃdicas, el castigo a Manuel pasa por 2021, es una forma de maniatar al actual gobierno para impedir que tenga capacidad de maniobra en las elecciones del próximo año.
No es una cuestión de justicia, es polÃtica.
Algunos grupos de la hoy oposición intentan llevar agua a su molino, exhibir la cabeza del operador de El Bronco como trofeo de caza, de una caza cuya presa es la gubernatura.
Consideran, principalmente Samuel y Movimiento Ciudadano, que golpear al Bronco y salir victoriosos en el envite, les dará el impulso necesario para ganar las elecciones.
El PAN y el PRI tienen una lógica distinta.
El primero, como partido, no busca una victoria electoral en la elección por la gubernatura, va en la lógica de que le es más rentable mantener los espacios de poder que detenta actualmente y no elevar a la calidad de lÃder de facto a un posible gobernador emanado de sus filas, los grupos de este partido se verÃan afectados.
Por su parte, el PRI intenta sobrevivir, busca un candidato que le de esa posibilidad y en una de esas, si gana, recomponer su estructura y lograr que un grupo se convierta en hegemónico, aunque parece una tarea cuesta arriba.
Asà que el más beneficiado serÃa Movimiento Ciudadano y con el Samuel GarcÃa, quien tiene un buen rato robusteciendo su candidatura.
Y Manuel, bueno, él es una presa menor en la cacerÃa, pero un sÃmbolo en la lucha electoral, la justicia, bien gracias y, conste, no se trata de exonerar a nadie, sino de ubicar la situación en el contexto que le corresponde.