Cuando se piensa en Apple, se recuerda a su creador: Steve Jobs. Algo similar sucede cuando pensamos en Bill Gates o en Elon Musk, los asociamos de inmediato con aquellas empresas que surgieron de sus sueños y que fueron construidas por ellos a partir de tener una visión, de creer en lo que estaban construyendo.
Al mismo tiempo, estos empresarios fueron creando una narrativa e hicieron que las empresas y quienes en ellas trabajan las asumieran como propias. Esta es una lección que quizá deberíamos ver más atentamente.
Roel Guajardo Cantú, en su más reciente libro “El director de escuela como líder de proyecto”, nos asegura que así como los empresarios señalados u otros como Mark Zuckerberg han dado una muestra de liderazgo que los ha catapultado al éxito tanto en lo personal como en lo empresarial, los directores de escuela deberían asumir un rol similar al frente de cada una de sus escuelas.
Según Guajardo Cantú, en la medida en que el director de escuela asuma ese liderazgo en la comunidad escolar será posible alcanzar el éxito académico que merecen no solo los estudiantes, sino sus padres y en general la comunidad en que se inserta la institución escolar.
Por supuesto que no se trata solo de un liderazgo motivacional, de un “échale ganas” sin sustento. No, se trata de generar un proyecto viable y adecuado a la comunidad escolar, un proyecto apoyado por esta y por la sociedad en general a partir de los objetivos de la educación y las condiciones de que se parte.
Esto aunado a una serie de otras características, entre ellas imbuir una narrativa épica en la comunidad, vendrían a ser, nos dice Guajardo Cantú, condiciones necesarias para el director de la escuela que quiere ofrecer a sus alumnos, a los padres de estos, además de a sus propios maestros y trabajadores auxiliares de la educación, un proyecto exitoso.
Es este un libro que los directivos de las escuelas deberían leer y cuyas propuestas deberían hacer propias en tiempos en los cuales la educación está sufriendo una serie de cambios que tienen que ver con la tecnología, pero también, con la brecha que se está generando entre quienes tienen acceso a ella y quienes no lo tienen, entre quienes viven en comunidades poco favorecidas desde el punto de vista económico y quienes lo hacen en condiciones de privilegio.
Quien desee alcanzar el éxito en un proyecto educativo, tiene aquí una poderosa herramienta.
